Comandante PN rehusaba  entregar agente a la justicia

Comandante PN rehusaba  entregar agente a la justicia

San Francisco de Macorís.- El sometimiento a  la justicia de un raso de la Policía  acusado de asesinar a un joven en esta ciudad estuvo precedido de la resistencia del saliente jefe del comando Nordeste de la institución, general de brigada Miguel Raúl de la Cruz Reyna, quien se negaba a enviarlo pese  a los requerimientos del Ministerio Público.

Hubo un precedente de piquetes, movilizaciones callejeras, incendios de neumáticos y enfrentamientos entre manifestantes y agentes policiales, para que el Comando Nordeste identificara  y sometiera a la justicia al agente involucrado en la muerte del joven Puro Enmanuel Díaz López de un cartuchazo en la espalda, el  3 de junio pasado.

Pese al discurrir de  los días, el autor del crimen  no aparecía  y se creía que quedaría cubierto por el manto de la impunidad.

Sin embargo la intensidad de las protestas,  a  las que se sumaron el Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo) y organizaciones estudiantiles, provocaron que la gobernadora  provincial, Luz Selene Plata, y representantes del Ministerio Público se  comprometieran a que el agente homicida  sería identificado y traducido a la justicia.

¿Suerte o complicidad del Ministerio Público?  El agente implicado en el crimen resultó ser el raso Marino Alonso Torres, quien producto de la  presión ejercida  por distintos sectores fue traducido a la justicia.

El raso Torres tuvo la suerte de que el Ministerio Público, en su dictamen ante la juez de Atención Permanente no solicitó prisión preventiva en su contra, lo que  provocó asombro entre  los abogados y familiares de la víctima.

El Ministerio Público se limitó a solicitar como medida de coerción una garantía económica,  impedimento de salida del país y visita periódica.

Tuvo que ser el actor civil, representante de los familiares de Díaz López, que  solicitara la medida de coerción consistente en tres meses de  prisión preventiva en contra del  raso policial.

Sin embargo la jueza de la Oficina Judicial de Atención Permanente, magistrada Isolina Peralta Contreras,  acogió el pedimento del actor civil y dictó tres meses de prisión preventiva.

Los  pasillos del Palacio de Justicia se encontraban repletos de agentes policiales que acudieron a “respaldar” a su compañero.

Sin embargo, la esperanza que tenían de que sería libertado se diluyó, dando lugar a la historia ya conocida, en la que el raso Marino Alonso Torres fue sacado a la fuerza de la cárcel  preventiva  del Palacio de Justicia por un contingente policial fuertemente armado, que previamente marchó por distintas calles de la  ciudad, argumentando la injusticia del arresto y alegando que el agente cuando mató a Díaz López, cumplía con su deber.

Las claves

Presión popular

El director del Comando Nordeste de la Policía Nacional, general de brigada Miguel Raúl de la Cruz Reyna, se había negado desde el principio a identificar al agente responsable de la muerte del joven Puro Enmanuel Díaz López. Fue la presión popular, por medio de movilizaciones, lo que obligó finalmente a la Policía a enviar a la justicia al raso Marino Alonso Torres como responsable de la muerte de Díaz López, a causa de un disparo por la espalda. Para asombro de muchos, el Ministerio Público no solicitó prisión  contra el agente acusado de la muerte de Díaz López, de un cartuchazo en la espalda, limitándose a pedir garantía económica y visita periódica. Sin embargo, el tribunal envió a prisión preventiva por tres meses al agente Torres, acogiendo el pedimento de la parte civil.

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