El estrés o ansiedad es una sensación que se vive subjetivamente como una experiencia desagradable, y que se manifiesta a través de una respuesta fisiológica exagerada (por ejemplo, con palpitaciones, temblores…), pero también mediante pensamientos catastrofistas, miedo a perder el control o morir.
Aunque la ansiedad no es exactamente lo mismo que el estrés, dado que éste se le puede considerar positivo en dosis moderadas, a nivel coloquial se utilizan como sinónimos para referirse a una falta de recursos a la hora de enfrentarse a determinadas situaciones, lo que se traduce en una serie de síntomas desagradables o limitantes. O, lo que es lo mismo, a un etado de nerviosismo permanente y de difícil solución.
¿Cómo se combate?
La cultura milenaria china ya se ocupaba de combatirlo y de evitarlo incidiendo, a través de la acupuntura, en diferentes puntos energéticos bloqueados incapaces de dejar fluir la energía de una forma que asegurara la ausencia de dolencias, entre ellas, el estrés. Desde la relajación y el yoga, hasta la bioquímica, todas las culturas, incluida la nuestra, han buscado los métodos más originales y dispares para ahuyentarlo. Entre estos métodos se encuentra el de la visualización, que parte de la idea de autoprogramarse para el éxito.
Cualquier psicólogo recomienda cierta flexibilidad para adaptarse a lo inesperado, así como evitar unas expectativas demasiado altas en la vida. Pero este consejo, mal entendido o seguido al pie de la letra, puede llevar el efecto contrario, que es el de esperar demasiado poco. Ni lo uno ni lo otro: relajarse y dejar que las cosas sucedan de forma natural y sin obsesionarse está bien, pero también lo está el hacerse una pequeña programación en la que uno mismo se marque sus propias metas, y las pautas a seguir para conseguirlas. Con la visualización es posible.
La visualización
Es una técnica que combina los poderes de la imaginación, la concentración y la relajación a través de una serie de ejercicios que le ponen en contacto con algunas partes no del todo conscientes de su cerebro, y que afectan su vida.
¿Para qué sirve?
Permite recrear en la mente las imágenes de aquellas escenas que le preocupan, problemáticas o difíciles de superar, pero que quiere solucionar o, simplemente, necesita que se arreglen en algún aspecto determinado.
¿Cómo funciona?
Desarrollando el lado derecho del cerebro, que es el intuitivo, además de ser la sede de la pasión. Y dejando a un lado la inhibición que produce el hemisferio izquierdo más matemático y racional.
Sus ventajas
Ayuda a combatir los bloqueos e inhibiciones ante situaciones difíciles
Permite experimentar con formas de comportamiento que no son habituales en cada uno de nosotros.
Ayuda a concentrarse para resolver las situaciones problemáticas.
Agudiza sus sentidos, haciéndole más receptivo a la hora de comprender lo que siente y por qué lo siente
Cuándo usarla
Se puede utilizar en cualquier momento para combatir el miedo ante una situación difícil. También sirve para corregir hábitos o comportamientos que no funcionan del todo bien. No es necesario tener problemas graves para disfrutar de los beneficios de la visualización, que le supondrá una inyección de motivación y afán de superación. FUENTE: PREVENIR