Se´justificaría fácilmente que el Estado invierta en elevar la calidad de los servicios y en ampliar instalaciones del hospital Robert Reid Cabral siendo el principal destino de pacientes referidos desde muchas partes cuando así procede. Vendría al caso dotarlo de un área adicional para consultorios; siempre que no se deje de lado el propósito de extender la atención primaria a niños y adultos creando infraestructuras modestas por todo el país. Levantar grandes hospitales no debe significar que se pasa por alto el criterio de que la piedra angular de la asistencia debe estar en el seno mismo de colectividades barriales y provinciales. El médico cercano que atienda lo simple con presteza al tiempo de detectar lo complicado que merezca asistencia de mayor categoría.

Se habla de dar atención integral a la niñez desvalida, un propósito que debe tomar en cuenta que la prevención también está desvalida; que tenemos una estructura sanitaria y un manejo presupuestario concentrados en sanar, no en evitar que la gente se enferme. Una gran oportunidad de avanzar hacia la prevención ha sido creada por el Estado al dirigir más recursos hacia la educación con nuevas escuelas, tanda extendida, maestros mejor formados y padres integrados a los fines educativos. Los programas de la enseñanza inicial deben poner énfasis en generar prácticas de vida saludables, convirtiendo a los escolares en agentes multiplicadores.

 Bien merece una oportunidad

Muchos dominicanos sufren los efectos  de políticas de inmigración de otros Estados que aplican las reglas que disponen  para regir a extranjeros en sus territorios. A  República Dominicana también le asiste el derecho de reglamentar la estada de personas de otra nacionalidades, en lo que ha fallado mucho durante decenios. Al parecer  el programa de regularización a punto de terminar  quedó corto y luce inevitable que muchos haitianos queden excluidos  al vencerse el plazo. Las autoridades están firmes en no conceder prórrogas pero más de una vez se han comprometido   a  tratar con dignidad y respeto a las  persona que   no califiquen  para la legalización. El canciller  Andrés Navarro descartó   recurrir a  deportaciones,  lo que indica intención de manejar el   problema  con firmeza y flexibilidad al mismo tiempo. Por su cuidado para dar cada paso, el Gobierno se hace merecedor de una oportunidad para salir airoso de este trance.