La fresa ofrece innumerables beneficios a la salud, ya que es excelente fuente de vitamina A, C y E, lo que la convierte en un escudo contra enfermedades como cáncer, gota, artritis y anemia.
Sería muy difícil encontrar a alguien que desconociera el sabor que tiene la fresa, y así es porque esta fruta ha sido desde hace mucho tiempo la base para preparar sinfin de alimentos y bebidas.
En realidad, la fresa no es el fruto de la planta que la produce, sino una parte del tallo modificada, es decir, los pequeños granitos amarillos o negros adheridos a su superficie no son las semillas, sino la fruta en sí. Es lo mismo que sucede con la papa, es un tallo modificado y no una raíz, de ahí que los retoños que le brotan puedan convertirse en ramas (como sucede con los árboles); la zanahoria, por ejemplo, sí es una raíz.
Se sabe que la historia de la fresa se remonta a la época del imperio romano, pero no existe mucha información al respecto, ya que ni aquellos que actuaban como cronistas sobre la agricultura -de nombres Cato, Columela, Varro y Paladio- hacen referencia alguna a este fruto.
En cambio, Virgilio y Ovidio, dos grandes pensadores de la época, sí la mencionan, aunque hay que decir que únicamente en asociación con otras frutas silvestres, mientras que Plinio fue el último escritor en muchos siglos que habló de ella, pero sólo para definirla como uno de los productos naturales de Italia.
Por otra parte, la fresa aparece brevemente en los escritos de un médico griego, Nicolás Myrepsus, pero existe una referencia mayor de este fruto cuando se habla de la historia de Carlos V, (Rey de Francia entre 1364 y 1380) de quien se dice que ordenó a su jardinero, Jean Dudoy, plantar 1,200 plantas de fresas en los jardines del palacio Louvre, en París.
Origen y beneficios
Este colorido fruto, que crecía en forma silvestre en Europa, pertenece al género fragaria, que se relaciona con la fragancia (fraga, en latín) que posee.
Actualmente, la fresa que conocemos es una mezcla entre la pequeña especie conocida como fragaria vesca, originaria de las zonas más cálidas del viejo continente y Asia, y dos especies provenientes del continente americano: por un lado, fragaria chiloensis, que crece a todo lo largo de América del Norte y Sur y, por otro, fragaria virginiana o fresa escarlata, que proviene de Virginia, Estados Unidos.
República Dominicana cuenta con gran diversidad de frutas y prácticamente todo el año (de noviembre a mayo) podemos disfrutar este alimento, ya sea en forma natural o en mermeladas, aderezos, jaleas o golosinas.
La clave
A pesar de su gran disponibilidad vale la pena que tengamos en cuenta su apariencia, pues de ello depende, en gran parte, su calidad; es ideal que se vea fresca, de color rojo intenso y consistencia firme, sus hojas deben ser verdes y no estar marchitas. La medicina natural la utiliza ampliamente para limpiar y purificar el aparato digestivo. Asimismo, desempeña una función importante en la síntesis del colágeno (proteína que de manera natural se encuentra en el cuerpo humano, encargada de proporcionar fuerza a huesos, piel, cabello, uñas y dientes).
A pesar de su gran disponibilidad vale la pena que tengamos en cuenta su apariencia, pues de ello depende, en gran parte, su calidad; es ideal que se vea fresca, de color rojo intenso y consistencia firme, sus hojas deben ser verdes y no estar marchitas. Hay que evitar las que tengan zonas blancas, así como las magulladas, sin pasar por alto que cuando están maduras se deterioran muy rápidamente, por lo que es conveniente lavarlas (al chorro de agua y con un cepillo pequeño será mejor), desinfectarlas y comerlas inmediatamente; si quiere conservarlas, deben congelarse.
Por otro lado, es importante mencionar que es recomendable que los niños empiecen a comer este nutritivo alimento a partir del primer año de vida, ya que puerden ser alérgicos, o bien, presentar un cuadro de amibiasis que su sistema inmunológico (en formación) no podría combatir completamente.
Beneficios totales
Debido a que la fresa es excelente fuente de vitamina C y B, así como de betacaroteno (vitamina A proveniente del reino vegetal) se considera que protege al organismo contra el cáncer (contiene un ácido que neutraliza los efectos cancerígenos del humo del tabaco), gota (porque disminuye el ácido úrico), artritis y anemia.
También es recomendable para el tratamiento de personas con hipertensión (presión arterial alta), mientras que la medicina natural la utiliza ampliamente para limpiar y purificar el aparato digestivo. Asimismo, desempeña una función importante en la síntesis del colágeno (proteína que de manera natural se encuentra en el cuerpo humano, encargada de proporcionar fuerza a huesos, piel, cabello, uñas y dientes).
Mucha gente piensa que las personas enfermas de artritis no deben comer fresas debido a su acidez, pero ello es tan sólo un mito popular que no tiene bases científicas.
De hecho, Kart von Linneo, médico sueco experto en botánica (1707-1778) recomendaba la fresa como cura perfecta para esta enfermedad, y lo hacía plenamente convencido, pues él mismo se recuperó de gota al someterse a una dieta con fresas, debido a la capacidad que éstas tienen para ayudar al cuerpo a eliminar el exceso de ácido úrico.
Poder antioxidante
Los radicales libres son moléculas que se componen, normalmente, de electrones (cuerpos con carga negativa) que se alinean por pares, pero cuando uno de dichos elementos carece de «pareja» existe un proceso destructivo en las células del organismo.
Ante ello, el cuerpo humano se defiende mediante un sistema de control que crea los llamados antioxidantes (bloquean el efecto dañino de los radicales libres, ya que les proporcionan los electrones que les hacen falta), aunque esta acción muchas veces es insuficiente.
Por ello, es interesante saber que la fresa ha sido estudiada a profundidad por científicos de todo el mundo para conocer su poder antioxidante; comparada con las 11 frutas más consumidas en Estados Unidos, científicos norteamericanos han concluido que, en una relación gramo a gramo, la fresa contiene mayor cantidad de vitamina C, E y betacarotenos, los tres antioxidantes por excelencia.
Por otro lado, en enero del año 2003, se informó que un equipo de investigadores adscritos a la Universidad de Córdoba y Málaga, en España, aislaron por primera vez el gen que regula la producción de ácido ascórbico (vitamina C) en la fresa. La investigación comenzó en 1999 y su importancia radica en que ahora dicho gen se podrá aplicar a otras plantas que se consumen frescas, como es el caso de la lechuga y el jitomate, aumentando hasta tres veces la cantidad de vitamina C presente en ellas. En el caso de la fruta que nos ocupa, se espera que al aplicar esta tecnología se obtengan fresas más resistentes y nutritivas.
Cisticercosis
La cisticercosis es una infección causada por un parásito llamado Taenia solium que ocasiona quistes (cavidades cerradas o bolsas de tejido que pueden estar llenos de aire, líquido o pus) en diferentes áreas del cuerpo, como músculos, hígado, pulmones, ojos y cerebro).
Aunque esta enfermedad se relaciona principalmente con el consumo de carne de cerdo, no hay que olvidar que también puede afectar nuestro organismo si se comen frutas -como la fresa- y vegetales contaminados, lo que es posible debido a que muchas hortalizas y sembradíos se riegan con aguas negras.
El dato
Cuidados al comerlas
Como se puede apreciar, el sabor y los beneficios que proporciona esta fruta se antojan inigualables, por lo que basta con tener un poco de paciencia y cuidado a la hora de lavarla y desinfectarla para disfrutar de un manjar que, además de todo, nos ayudará a fortalecer nuestra salud.
Trate de incluir la ingesta de la frutilla o fresa en su dieta, al menos tres veces por semana, para que pueda apreciar en un tiempo corto los beneficios explicados de esta fruta deliciosa.