Comencemos soñando

Comencemos soñando

A pesar del narcotráfico y la narco violencia que despidió el año 2009,  y el despliegue insolente de caras en vallas y postes que tendremos hasta el 16 de mayo, deseo comenzar el año soñando, quizás porque me gusta la combinación 20-10.

Imaginemos que para fines de este año en todas las ciudades y pueblos de la República Dominicana la gente no tira basura en las calles sino en los zafacones, los ayuntamientos recogen de los basureros regularmente, muchas calles han sido asfaltadas y en todos los barrios hay agua y luz casi todo el día.

Imaginemos que los motoristas usan cascos protectores, transitan por las calles a velocidad adecuada, no llevan toda una familia en el trasero a punta de muerte, y no hacen tanto ruido al acelerar sus motores.

Imaginemos que los choferes públicos y privados se adhieren a las reglas del tránsito, no brincan la fila para llegar primero inmerecidamente, respetan los semáforos, y los agentes de AMET agilizan en vez de complicar el tránsito.

Imaginemos que el gobierno construye más escuelas y asigna mayor presupuesto a la educación, que la Secretaría nombra más maestros, entrena bien los profesores y toma medidas adecuadas para determinar cómo mejorar la enseñanza en el país.

Imaginemos que Salud Pública mejora la atención en los hospitales públicos, negocia salarios adecuados para el personal médico, los médicos cumplen con sus obligaciones, y los pacientes no permanecen atascados con piernas rotas y operaciones urgentes en las emergencias.

Imaginemos que la Secretaría de Medio Ambiente obliga las envasadoras de gas a reubicarse en lugares de poca población en vez de estar ancladas en grandes conglomerados urbanos, que controla con eficacia la tala de árboles, reduce efectivamente los niveles de ruido en las ciudades, y no justifica proyectos que a simple vista son perjudiciales para el país como la cementera en Los Haitises.

Imaginemos que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se convierten en instituciones honorables y honestas que el narco no puede corromper, que custodian bien la frontera, evitan el tráfico ilegal de personas, y protegen con esmero a la ciudadanía de la delincuencia.

Imaginemos que la Cámara de Cuentas cumple cabalmente con su misión de auditar las instituciones públicas y revelar dónde se cometen irregularidades, y además, con información fidedigna, el gobierno toma las medidas necesarias para sancionar a los funcionarios corruptos que violan las leyes y los códigos de ética.

Imaginemos que el sistema judicial funciona, los criminales son sometidos y sentenciados, el soborno no prospera porque la ética judicial se impone a cualquier intento de corrupción, se respeta el protocolo de la carrera judicial y se nombra a quien corresponde por la formación y experiencia adquirida.

Imaginemos que en todas las instituciones gubernamentales se asignan contratos de compra y servicios en función de las mejores propuestas, no grado a grado, no por favoritismos, no para enriquecer a los que están en el poder o cerca del poder.

Imaginemos que en el año 2010 la República Dominicana se convierte en una sociedad de mayores oportunidades de bienestar para toda la población, de mayor respeto a los derechos humanos y sociales, de mayor responsabilidad ciudadana para bien del país.

Imaginemos que a fines de 2010 el Banco Central publica en grandes espacios pagados no sólo que la economía creció, sino también en cuánto se redujo la pobreza, cuánto disminuyó el desempleo y cómo se distribuyó la riqueza, y que en cada uno de estos indicadores el resultado es favorable.

Dicen que soñar no cuesta nada, pero hacer realidad estos sueños requerirá de muchos esfuerzos. Ojalá todos nos animemos.

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