Cuando los acuerdos Leonel-Miguel  se aprueben, el jefe del Estado quedará en condiciones de tomar medidas económicas y sociales profundas, que marquen una ruptura con muchas prácticas políticas y económicas que obstaculizan un desarrollo inclusivo. Las urnas no podrán atemorizarlo.  Pero más todavía:  esta oportunidad de los acuerdos debería aprovecharse para dar lo que llamamos el siguiente paso.   ¿Cuál es?    Empezar a discutir un acuerdo de nación  que involucre  a las fuerzas partidarias y a la sociedad civil en la identificación de los principales problemas del país y sus soluciones. Sería extraordinario. 

El choque

A. Williams

El joven senador petromacorisano ha logrado molestar a su colega y compañero de partido Wilton Guerrero. El doctor Alejandro Williams ha rehusado someterse a la disciplina del Senado y de la Comisión de Etica.

Quique Antún

Se entiende que los reformistas no estén alegres con los acuerdos Leonel-Miguel. Porque los mismos reducen el peso legislativo del PRSC en la reforma constitucional. Por eso, ayer Quique y Lila  estaban irónicos.

El personaje

Presidente  del PRD

Ramón Alburquerque

Ramón Alburquerque, presidente del poderoso PRD, está sacudido emocionalmente por los acuerdos suscritos entre el Presidente Fernández y el perredeísta Miguel Vargas Maldonado. En términos institucionales Alburquerque tiene razón, pero hay quienes dicen, en su mismo partido, que políticamente Vargas Maldonado hizo lo correcto. La misma actitud emocional expresada ayer por Alburqueque hacia Fernández y su gobierno, dice lo que hubiera pasado si la propuesta de acuerdos llegan a esa babel de posturas personales que es el PRD. Hipólito Mejía mostró mejor sus garras de político. Dijo que los acuerdos fallaron en la forma pero que su contenido es positivo para el PRD y para el país. Y añadió que hay que ser práctico y que eso es lo que hay.