En un país donde 89 furgones  pueden salir por uno de sus principales puertos, sin revisión de ningún tipo, cualquier cosa puede suceder. Es insólito, pero real.  Ahora ocurre  que este importante detalle pasa a ser un elemento secundario en el extraño caso de los 77 furgones que salieron rumbo a China y que fueron devueltos.  Los nuevos informes  señalan que los furgones no eran 77, sino 89, y que 12 se quedaron en Vietnam, donde al parecer sí querían la carga que llevaban.  Más todavía:  China habla de furgones con chatarras y los manifiestos de Aduanas dominicanas consignan papel y cartón… Una conclusión muy preliminar  lleva a aconsejar a las autoridades que tengan mayores controles en los puertos marítimos.

El choque

Temo Montás

El influyente Ministro Temístocles Montás, de quien se conoce su afición a la música popular y al baile, andaba ayer con un toque de sonero de Borojol, con una gorrita a medio lado, en plena actividad de organización de las primarias del Partido de la Liberación Dominicana.

Melanio Paredes

Don Melanio Paredes está luchando a brazos partidos a favor del “no” en el plebiscito del PLD. Ese “no” quiere decir muchas cosas, pues su esencia está dirigida a evitar que la actual dirigencia del partido de Gobierno, incluyendo a su presidente, cesen en sus funciones.

El personaje

Directora  ejecutiva de senasa

Altagracia Guzmán

Con frecuencia la sociedad dominicana se comporta entre extremos. Por ejemplo, es muy frecuente ver, por un lado, un gran sentido de autoridad, a veces cercano al autoritarismo, y por el otro lado, también es frecuente ver una ausencia casi total de autoridad, un dejar hacer que raya en la indiferencia. En el caso del conflicto que enfrenta a las clínicas privadas con Senasa, entidad ésta que se ha tomado el incremento para sí, el conflicto ha sido manejado con un exceso de autoridad. Senasa está en su derecho de defender su economía y la de sus afiliados. Pero no debe desconocer que los negocios, todos los negocios del país, están sometidos a un alud de aumentos en sus costos por razones muy conocidas. ¿Por qué, entonces, no van a una mesa de negociación, a buscar una aproximación, en lugar de las desautorizaciones y las suspensiones?