Uno no sabe si es insensibilidad o si es impotencia. Pero lo cierto es que en cualquier país del mundo medianamente civilizado la muerte de 70 personas por dos males controlables, como el dengue y la leptospirosis, provocarían una alarma en la opinión pública y en el gobierno.
Pero en la República Dominicana el hecho pasa como una simple información y las autoridades de Salud Pública se lavan las manos como el hombre aquel. Si sólo el 30% de los estudiantes que ingresan a la Universidad Autónoma de Santo Domingo presenta deficiencias en su formación como bachilleres, entonces tenemos que tocar palmas de alegría. Se creía que la hecatombe era mayor.
EL CHOQUE
Eddy Olivares
Nada de eliminar el modelo tricocéfalo de la Junta Central Electoral. El joven juez Eddy Olivares afirma que ahí no está la semilla de los choques, sino en la falta de precisiones sobre las competencias.
J.C. Castaños G.
Pero el presidente de la Junta Central Electoral, quien ha sufrido en carne propia las consecuencias del modelo tricocéfalo, dice que no, que este esquema no funciona, que crea el caos y fomenta las diferencias.
El personaje
Secretario de Economía
Juan Temístocles Montás
Sinceridad no le falta al secretario de Economía, Planificación y Desarrollo. Este distinguido funcionario se planta y le dice a la población, sin un más acá y un más allá, que ahora el gobierno compensará los ingresos que dejó de recibir por la no aplicación de la Ley de Hidrocarburos cuando los precios del petróleo estaban por encima de los US$140 el barril. Probablemente lo dice, y el gobierno lo hace, porque eso de institucionalidad es, aquí entre nosotros, un viejo cuento chino que los abuelos hacen a los nietos para dormirlos. Si el gobierno no cobró en su momento lo que debió cobrar, allá el gobierno. Pero la ley debe aplicarse correctamente ahora.