Hoy 
El ex presidente Hipólito Mejía continúa como un devoto de la anti política. No satisfecho con la disminución de su influencia al interior del PRD, ahora anuncia que boicoteará a sus compañeros de partido…Y de otro lado le sigue su discípulo Rafael Calderón, quien desde que se fue del partido blanco hace el papel de francotirador. Calderón, legislador por obra y gracia del perredeísmo y de su cercanía al líder Peña Gómez, parece que tiene la encomienda de criticar a los blancos…El doctor Frank Martínez, destacadísimo legislador, comete un error cuando se empecina en buscar la senaduría por La Romana. Sólo un milagro haría que el PLD pierda la senaduría en esa provincia, lo mismo que la sindicatura.
EL CHOQUE
J.F. Peña Guaba
La gente del BIS, cuyo descontento es harto conocido desde que su presidente José Francisco Peña Guaba fue removido de la Lotería Nacional, anda muy disgustada con los negociadores del PLD. Los bloquistas estiman inaceptable la oferta electoral que se les hizo, y esperan por Leonel.
G. Serulle
Hay quienes creen que el trato dado por la presidencia del PLD a las aspiraciones y popularidad de Gilberto Serulle en Santiago, adelantan la actitud que todavía permanece hacia el licenciado Danilo Medina y sus seguidores. Y añaden: que no crea Medina que el futuro le será fácil.
EL PERSONAJE
Ministro de agricultura
Salvador Jiménez
Cada día se ve con más claridad que la economía dominicana tiene que descansar en la agropecuaria y en el turismo. Estos son, como dirían los teóricos de turno, los ejes fundamentales del presente y el futuro de este país. La cuestión parece más clara ahora con la siempre lamentable tragedia haitiana. Este mercado, el haitiano, dependerá por mucho tiempo de la producción dominicana, principalmente la producción de alimentos. Entonces, hay que pensar en tres mercados: el dominicano, el de los turistas y el de los haitianos. Para abastecerlos, sin necesidad de recurrir a las importaciones, como tendrá que ocurrir ahora con el azúcar, es necesario trabajar con inteligencia y persistencia para diseñar políticas que eleven la productividad y la producción del campo. Y este esfuerzo pasará, necesariamente, por la asignación de más recursos financieros y por el uso de las nuevas tecnologías.
