Los legisladores del Partido de la Liberación Dominicana y del Partido Revolucionario Dominicano han demostrado que son unos conservadores políticos de tomo y lomo. La negación de derechos a los ciudadanos para que los ejerzan en tanto cuales, sin necesidad de intereses particulares, los pinta de arriba abajo y también los desnuda. La nueva Constitución va describiendo a unos ciudadanos que serán menos ciudadanos que antes de la vigencia de esta Carta Magna. Esta Asamblea Revisora está demostrando la declinación ideológica del PLD y el PRD, guiados por esos dos grandes conservadores de la política dominicana que son Leonel y Miguel.

El choque

W. Guerrero

El valiente senador de la provincia Peravia no debería meterse en el trabajo que Celso Marranzini está haciendo en una CDEEE que necesitar ser reorganizada y saneada. Las botellas, aunque sean moradas, deben ser eliminadas.

R. Segura

El senador Guerrero y el diputado Montás deberían pedirle cuentas al ingeniero Radhamés Segura por lo que hizo en la CDEEE. Esta sería una tarea más digna que ponerse a defender a botellas canceladas.

El personaje

Presidente del PRD

Miguel Vargas M.

La derrota del abogado Guido Gómez Mazara no resuelve el problema de fondo que enfrenta al ingeniero Miguel Vargas Maldonado con otros grupos o tendencias dentro del Partido Revolucionario Dominicano. Guido fue apoyado por Hipólito Mejía y su PPH por conveniencia política de éste, pero no porque el ex Presidente de la República entienda que su ex Consultor Jurídico es su aliado. Hipólito sabe que él y Guido son amigos, pero no aliados políticos. Guido se le fue a Hipólito como antes se le había ido a Milagros Ortíz Bosch. La cuestión de fondo que enfrenta Miguel es esta: en el modelo perredeísta trazado por el doctor José Francisco Peña Gómez, las tendencias tenían representación en los niveles directivos. Es decir, Miguel deberá buscar la manera de hacer espacios en la dirección para el ex Presidente Hipólito Mejía y para el emergente Luis Abinader.