La administración del Presidente Fernández ha mermado de manera abusiva los ingresos de los ayuntamientos. Se ha burlado de la ley sin que la Cámara de Cuentas ni el Poder Legislativo hayan dicho nada. Éste ha renunciado, en este caso, a su capacidad de supervisión. Según el especialista en finanzas públicas Nelson A. Suárez, entre 1994 y el 2009 el Gobierno Central ha dejado de entregar 23 mil 500 millones de pesos a los ayuntamientos. Estima, además, que este año dejará de entregarles más de ocho mil millones. Los cabildos deben reclamar estos 31 mil 800 millones de pesos a través de iniciativas en los tribunales. La ley es para cumplirse y quien la viola es pasible de ser sancionado.
El choque
Carlos Morales
Si hay cuatro senadores reformistas, cuatro diputados, varias sindicaturas, la Cámara de Cuentas, la Cancillería, el Banco Nacional de Desarrollo, la Comisión de Reforma del Sector Salud, la Liga Municipal, el Correo y el Instituto Agrario, el PRSC tiene poco de qué quejarse.
R. Rosario
La Cámara Administrativa se ha tomado mucho tiempo, tal vez más de lo razonable, para determinar las diputaciones de cada partido, con nombres y apellidos. La tardanza está provocando malestar en los partidos y hasta un poco de desasosiego.
El personaje
Presidente del PRD
Miguel Vargas M.
Miguel Vargas Maldonado dirigió en estas elecciones a un Partido Revolucionario Dominicano que consiguió casi un millón 300 mil votos. Además, obtuvo 75 diputaciones, 57 alcaldías, 520 regidores y 87 distritos municipales. Es seguro que Vargas deseaba mejores resultados. No pudo lograrlo por múltiples razones, incluyendo la debilidad de un partido en recomposición, con profundas divisiones internas y con un Gobierno dispuesto a hacer lo necesario para conseguir un triunfo absoluto. Como la política es realidad, el PRD hizo lo que pudo, contando con sus errores. Pero Miguel Vargas tuvo que cargar sólo, con su equipo, con ese PRD. Con la excepción de Hugo Tolentino Dipp y dos o tres más, los llamados viejos robles se sentaron y su único papel fue criticar.