Los perredeístas constituyen una raza política difícil. Suelen repetir sus mismos errores una y otra vez. Son incapaces de dirimir sus diferencias al interior de su organización. Aman la vida pública como nadie. Desconocen la intimidad. Se atacan más entre sí que a sus adversarios. Cada uno de sus dirigentes se cree que es el ombligo del partido. No admiten la jerarquía, pues todos se consideran con los mismos rangos y con los mismos méritos. Quienes carecen de méritos y de edad para levantar determinadas banderas recurren a los méritos familiares y se los autoendilgan. Aborrecen la disciplina y el orden. No pueden vivir sin depredarse.

EL CHOQUE

Vicente Bengoa

No se sabe si llorar o qué cuando se escucha decir  que existe la posibilidad de que parte del dinero que ingresará por la venta de la Refinería se gaste en ese barril sin fondo que constituye el subsidio al servicio eléctrico.

F. Almeyda

Con el lanzamiento de la precandidatura presidencial de Franklin Almeyda aumentan los miembros de la tribu morada que aspiran a ponerse la ñoña. Ya no es sólo Danilo Medina, sino que han aparecido seis aspirantes más.

EL PERSONAJE

Canciller de la República

Carlos Morales Troncoso

Los dominicanos vivimos como chivos sin ley hasta que llegan los informes del exterior. Casi siempre nos va mal. Donde solemos sacar mejores notas es la economía entendida como contabilidad. Porque en la economía como equidad, como progreso, no nos va bien. Nos quejamos porque se nos dice que por acá hay trata de personas y que las autoridades nada hacen para evitarlo. Los niños haitianos que deambulan por nuestras esquinas pidiendo constituyen un ejemplo. Y que conste, que no son dominicanos quienes los traen a pedir, sino haitianos, pero los dominicanos nos hacemos los chivos locos, por generosidad, y terminamos pagando la cuaba.  También permitimos el trasiego hacia el exterior de prostitutas. Pura realidad, Canciller.