La sentencia Sunland de la Suprema Corte de Justicia equivale a un terremoto, un terremoto social, jurídico y político. Se trata de un documento que sólo tiene, de momento, un ganador: Félix Bautista. Porque ni siquiera ganó el gobierno. El Poder Ejecutivo fue el gran perdedor, porque actuó de espaldas a la Constitución de la República. Y esto es, en democracia, muy grave. Perdió la SCJ, porque su prestigio jurídico quedó maltrecho y perdió una ciudadanía a la que le fue reducido su poder soberano. Según esta sentencia, el doctor Vincho Castillo no hubiera podido presentar la denuncia-querella que presentó contra el doctor Salvador Jorge Blanco.
El choque
Ramón Pérez F.
Mucho había durado el sindicalista Ramón Pérez Figuereo para salir al aire. El hombre estaba bregando con su gas, pero ahora quiere luchar para que el gobierno lo tenga en cuenta en la asignación de las rutas del Metro.
Diandino Peña
Parece que lo que Ramón Pérez Figuereo quiere es que el jefe de la Opret, el ingeniero Diandino Peña, lo tome en cuenta también a él. Se queja porque éste supuestamente rehúye recibirlo, a pesar de estar dispuesto al diálogo.
El personaje
Supervisor de obras del estado
Félix Bautista
El ingeniero Félix Bautista es un hombre de suerte. Está en el centro de varias tormentas, al mismo tiempo: El caso de la Sunland, el escándalo alrededor del Palacio de las Bellas Artes y está en la mira del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana. Se sabe que el sanjuanero tiene buenos y muy poderosos abogados, como lo acaba de demostrar con la sentencia de la Suprema, pero ya él y sus manejos preocupan a importantes e históricos líderes del PLD. Sobre todo por la fundación que dirige y el reclutamiento de dirigentes provinciales del partido morado. El tema fue tratado en la última reunión del Comité Político morado y la verdad es que el hombre está caliente, caliente.