La emigración,  sobre todo hacia Estados Unidos y Puerto Rico, ha sido el escape que los dominicanos han tenido para buscar una mejor vida material y para salirse del absurdo de la vida cotidiana de esta nación.  Mucha gente   ha carecido de paciencia para soportar las incongruencias, las irracionalidades, las improvisaciones permanentes, los personajillos que se erigen en napoleones y la ausencia casi absoluta de institucionalidad.  Estos se han ido  y han hecho su vida en otros lares. Y desde sus otras naciones miran con pena a los que aquí quedaron.  Los últimos 48 años  muestran los distintos ciclos migratorios. Ahora, otra vez, la gente quiere irse…y lo murmura.

El choque

Amable Aristy

 ¡Qué gallo! es Amable Aristy Castro. Ahora dice que la Constitución no lo obliga a juramentarse el 16 de agosto. Además, firma un acuerdo de trabajo con dos universidades del poder: la PUCMM y la de la Fundación Global.

G. Guzmán F.

Pocos dominicanos tienen la capacidad de movimientos del señor jefe de la PN, general Guillermo Guzmán Fermín. El hombre se presentó nada más y nada menos que en el exclusivo podium de la Cámara Americana.

El personaje

Ministro  de hacienda

Vicente Bengoa Albizu

Nadie que conozca un chin el pensamiento económico dominicano de los últimos 30 ó 40 años debe extrañarse por la adversidad que el Ministro de Hacienda tiene hacia los incentivos concedidos al sector privado. El doctor Vicente Bengoa Albizu ha sido coherente en su postura. Quien quiera verificarlo que consulte la excelente obra del doctor Frank Moya Pons, “Empresarios en conflictos”. Ahora bien, Bengoa Albizu tampoco es partidario de darle dinero en cuotas fijas a ministerio alguno, a poder estatal alguno y a los municipios. Esa ha sido su queja, sustentada en estudios que él ha patrocinado y cuyas conclusiones ha expresado con la soltura que le caracteriza. Pareciera que el doctor Bengoa favorece que los ingresos sean manejados por el mejor parecer de la Presidencia, lo que conviene a su jefe político y administrativo.