Comentarios en Breve
¿Excusa eléctrica?

<STRONG>Comentarios en Breve<BR></STRONG>¿Excusa eléctrica?

¿Y van a seguir responsabilizando  a los Acuerdos de Madrid de la crisis que afecta al sector energético?… La queja del juez presidente de la Suprema  Corte de Justicia no habla bien de la capacidad del Palacio Nacional para tomar decisiones…

 La tragedia de Jarro Sucio,  en Guachupita, constituye un serio revés para la gestión de Roberto Salcedo como síndico del Distrito Nacional… Bautista Rojas brinca  y brinca y habla, pero hasta que no encuentre una solución al conflicto de los médicos, su gestión estará desaliñada. No hay hospitales sin médicos… Parece que José Francisco Peña Guaba  entiende que la Lotería pertenece al PLD y al Bloque Institucional. A propósito de este joven, ¿quién le dijo al Presidente de la República que este político tiene habilidades de administrador?

El choque

R. Pared Pérez

El presidente del Senado y secre general del PLD le salió al frente al polémico titular de Interior y Policía, y lo hizo con la Constitución en las manos. Reinaldo le recordó los roles que la Carta Magna asigna a los legisladores.

F. Almeyda R.

El secretario de Interior y Policía, doctor Franklin Almeyda Rancier, se quejó y acusó a  los senadores de interferir en las funciones de los gobernadores provinciales, y dijo de ellos que desconocen sus funciones.

El personaje

Banquero

Pedro Castillo

Esa extraordinaria historia periodística que publica el semanario Clave de este jueves, firmada por su director Fausto Rosario, dando cuenta del lobismo estatal que ejercía el banquero Pedro Castillo, revela que el ejercicio del poder  es un acto nada inocente en este país. Quizás no lo sea en ningún lugar, pero aquí, en una nación que se presenta con altos perfiles de pobreza, el ejercicio del poder es una tremenda oportunidad para hacer negocios. Quizás eso explica ese apego al poder tan intenso y ese fervor en querer llegar y mantenerse arriba. Ayudar a hacer negocios con el gobierno por US$300 millones y ganarse US$23 millones, en cuatro años, es mucho decir. ¡Y saber que no pasará nada es lo grande!

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