Hay que felicitar a quienes,  a estas alturas, defienden la capitalización de las empresas públicas, sobre todo la Corporación Dominicana de Electricidad y los ingenios azucareros.  Porque ambos fueron  dos adefesios cuyos resultados están a la vista de todos.  El problema eléctrico es  ahora mayor y es, además, una verdadera amenaza a la estabilidad macroeconómica del país.  Quien quiera conocer los detalles  de cómo este proceso fue conducido y la terquedad de quienes lo manejaron, quienes insistentemente rehusaron escuchar las voces disidentes, que lea el libro “Evaluación de la reforma al negocio eléctrico dominicano”, de José Luis Moreno.

EL CHOQUE

Bautista Rojas

El ministro de Salud Pública hizo muy bien en no responder los adjetivos inofensivos y nada piadosos del fray Richardson. En la vida no todo se responde, y mucho menos cuando en nada contribuye envolverse en una polémica de patio.

Leyda Piña

La doctora Leyda Piña deberá ser lo que se llama una “línea” para el Tribunal Superior Electoral. También deberá serlo el doctor Mariano Rodríguez Rijo. Dos profesionales talentosos, serenos y con una experiencia ganada.

EL PERSONAJE

Ministro de agricultura

Salvador  Jiménez

El ministro de Agricultura, ingeniero Salvador Jiménez (Chío) tiene la obligación institucional y moral de defender una obra tan prometedora para el sector agropecuario como es el Merca Santo Domingo. Los cinco mil millones que se están invirtieron en este complejo para mercadear los productos del campo no pueden perderse a último momento con una privatización de última hora, no prevista en los planes iniciales del complejo. Ya se ha ido muy lejos permitiendo la “pérdida” de terrenos contiguos. El Estado no puede ser domesticado por quienes se cobijan bajo su sombra para “cosechar” lo que nunca han sembrado. El sector privado debe levantar sus propias obras, como hacen los verdaderos empresarios y capitalistas. De manera que lo reiteramos, don Chío Jiménez tiene la responsabilidad de cuidar a Merca Santo Domingo.