El doctor Carlos Despradel, un economista prestante y de amplia experiencia en la vida pública, ha propuesto, en un artículo en El Caribe, 15 puntos que permitirían al Gobierno elevar la asignación de Educación hasta el 4% del PIB. La propuesta es loable. Es un ejercicio propio de alguien que ha sido Gobernador del Banco Central y embajador en Washington. Pero tiene un problema que, por cierto, es un gran problema. ¿Cuál es? Pues que le quita el encanto a la política dominicana. Porque, ¿cómo pedir a los funcionarios, no importa su nivel, que no anden en yipetas, que no viajen en primera clase, que no cobren por los directorios y que sean modestos?
El choque
Abel Martínez
Los rumores que corrían anoche decian que, el presidente de los diputados, tiene la encomienda de hacer aprobar hoy el proyecto de Presupuesto a como dé lugar. El Palacio quiere terminar este capítulo nada agradable.
Luis Abinader
Luis Abinader no logró diferenciarse, como precandidato, de Hipólito y Miguel. El es tan conservador como estos dos aspirantes a la candidatura presidencial. Como no pudo ponerse un traje progresista, se alió a otro similar.
El personaje
Ministro de hacienda
Vicente Bengoa Albizu
Aunque Vicente Bengoa Albizu, ministro de Hacienda y viejo amigo cercano del Presidente Leonel Fernández, es, a los ojos de muchos, el responsable de la derrota política que ha significado para el Gobierno la lucha por el 4% para Educación, la verdad de la verdad es otra. El jefe de la administración pública es el Presidente Fernández y como tal es quien ha querido meter una cacharrá de dinero en las dos líneas del Metro Santo Domingo, es quien ha querido construir túneles, elevados y grandes carreteras, y es quien en vez de mejorar la escuela se dedicó a construirle hermosos y amplios centros regionales a la UASD. Las prioridades las trazas el Presidente Fernández, no el poco político y poco diplomático ministro de Hacienda.