Todos los periodistas y los medios de comunicación, sobre todo los periódicos escritos, saben que su labor es ingrata porque pocos se sienten satisfechos con la misma, sobre todo los que detentan el poder.  Este, el poder, es ñoño  y con tendencia a sobreponerse.  La prensa debe ser plural, amplia,  múltiple; debe acoger las distintas versiones sobre hechos e ideas, sin que ello la comprometa con alguna.  Cuando, por ejemplo,  tenemos que reportar sobre pacientes de cólera lo hacemos con seriedad y con profesionalidad, sin deseos de dañar y sin alegría.  Lo mismo cuando informamos  que alguien ha fallecido por la enfermedad. Insinuar siquiera que lo hacemos con alegría y con deseos de hacer daños es una perversidad.

El choque

L. Fernández

La posible participación del Presidente Leonel Fernández en el llamado Foro de Davos, en Suiza, es lo que se llama un palo por los 411 pies del jardín central. Porque este foro económico reúne cada año a lo más granado de la economía y las finanzas de la bolita del mundo. ¡Felicidades!

Fidel  Lorenzo

El reverendo Fidel Lorenzo Merán tomó juramento en días pasados como nuevo presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue). Hay que desearle suerte. La comunidad evangélica es pujante y activa, pero es uno de los sectores religiosos más fragmentados del país.

El personaje

Síndico  del distrito nacional

Roberto Salcedo

Ojalá que sea verdad que las autoridades del ayuntamiento del Distrito Nacional quieran acometer la tarea de regular los espacios públicos que ocupan los buhoneros en distintos puntos de la ciudad Capital. Y no sólo estos espacios, sino los que ocupan los motoconchistas y los carros y las guaguas del transporte público. Decimos que ojalá sea verdad, como se anunció ayer en una amplia reunión sostenida en el Salón Verde del Ayuntamiento distrital, porque con mucha frecuencia estos anuncios salen de labios de las autoridades y quedan como dichos para el consumo de los medios de comunicación. Si las autoridades municipales hacen lo que dicen que quieren hacer, esta ciudad sería más vivible, más humana, más civilizada, y se recuperarían grandes cantidades de espacios que hoy ocupan de manera abusiva buhoneros y choferes.