El Partido de la Liberación Dominicana necesita sacudirse. Es un partido con mucha gente joven y talentosa que reclama oportunidades y espacios para hacer política y para promover cambios generacionales. La falta de relevo en esta organización se va pareciendo a un reformismo incapaz de pasar el mando a nuevos grupos y nuevas generaciones. El PRD tiene la ventaja de que pudo avanzar mucho en estos cambios con Miguel Vargas Maldonado, aunque este pagó un precio alto. Un dato revelador: la Comisión Electoral del PLD de 1995 la integraron Alejandrina Germán, César Pina Toribio, Reynado Pared y Ligia Amada Melo. Dieciséis años después es casi lo mismo.
El choque
Daniel Toribio
De seguro que el Ministro de Hacienda, funcionario a quien le gusta jugar con las cartas sobre la mesa, responderá la afirmación de que se vendieron bonos por US$16 millones por encima de la aprobación legal.
Licelot Marte
La sociedad y la opinión pública deben apoyar los esfuerzos que hace la presidenta de la Cámara de Cuentas para hacer un trabajo digno y que adecente la administración pública. Ese apoyo parece necesario.
El personaje
Presidente del senado
Reinaldo Pared Pérez
Los legisladores se quejan porque cuando de exoneraciones y privilegios se habla sólo se mira hacia el Congreso Nacional. No hay dudas de que los diputados y los senadores tienen razón. Hasta cierto punto, este es un país de privilegios. Basta ver la ejecución presupuestaria del Gobierno Central y de los llamados organismos descentralizados del Estado para darnos cuenta de los privilegios de todos los tamaños que circulan en la administración pública. Por supuesto, hay núcleos del sector privado que también disfrutan de estos privilegios, aunque no es lo mismo privilegios que incentivos a la producción. Pues bien, ya es tiempo de que el Congreso Nacional evite el escándalo periódico de las exoneraciones. Cada legislador debe ser dotado de un vehículo. Y punto.