El drama del Partido Revolucionario Dominicano es serio y preocupante para el futuro del país. No parece que tiene en su seno a intelectuales de la talla de Tony Raful, Ivelisse Prats Ramírez, Hugo Tolentino, Milton Ray Guevara, Eduardo Jorge, Fafa Taveras, Salvador Jorge Blanco y Tirso Mejía Ricart, para mencionar a los más sobresalientes. También cuenta con varios otros intelectuales que podrían ser considerados miembros inorgánicos del perredeísmo. Sin embargo, ese partido se consume en un proselitismo artesanal y bizantino, repitiendo las mismas prácticas del pasado, las mismas murmuraciones y las mismas ausencias de propuestas serias y sesudas.
El choque
Rafael Camilo
La Superintendencia de Bancos debería escuchar las denuncias hechas por un subsector empresarial del país, y averiguar qué razones pueden tener sus miembros para afirmar que las tasas de interés no han bajado, como se afirma.
E. Castillo
Es obvio que el profesor y sociólogo Enmanuel Castillo no comulga con la interpretación que el Secre Franklin Almeyda ha dado a los paros del Cibao. Castillo habla de deficiencias de los gobiernos municipal y central, y de abandono.
El personaje
Secretaria de educación superior
Ligia Amada Melo
Es, por encima de todo, una mujer de carácter y una profesional a carta cabal, una maestra de generaciones de maestros. Doña Ligia Amada Melo fue secretaria de Educación en el primer gobierno del doctor Fernández y nunca se vió envuelta en un escándalo. Ahora, lleva cinco años en la secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología y ni por asomo le ha tocado el escándalo ni la duda sobre su comportamiento.
Esta dama laboriosa y que se hace temer, por exigente, es un ejemplo de las cualidades profesionales, morales y políticas que deben adornar a un servidor público, sea hombre o mujer. La pueden acusar de centralizadora, de incansable y hasta de peliona, pero con ella la eficiencia y el buen manejo de los recursos públicos están garantizados.