Ya los dirigentes perredeístas, favorecidos con importantes cargos burocráticos, después de los primeros 100 días de la administración peledeísta de Danilo Medina, han comenzado a sacar las uñas. Por cuanto han comenzado la eliminación de los cuadros del partido oficial que por doce años habían disfrutado de las mieles del poder.
Solo era cuestión de tiempo. Y este era para lograr el conocimiento del funcionamiento burocrático de los departamentos donde fueron nombrados. Incluso era para ubicar a los cuadros seguidores de Medina para protegerlos y evitar que los perredeístas arrasaran con ellos. Y esto lo han hecho con los seguidores identificados del otro líder del PLD. Esos peledeístas son prescindibles. Pero no los de Medina y así cumplir sus compromisos de la reelección para darle la ración del boa a los seguidores de Miguel Vargas.
Ya se oyen las quejas y es seguro que en estas navidades el asunto de las cancelaciones de los peledeístas por parte de sus compañeros de origen político adquirirá importancia mediática por lo que dijo la Ministro de la Mujer para justificar las cancelaciones. Y era para colocar a sus compañeritas que tienen 12 años soplando aire, pese a que habían tenido un mismo origen. Una buena parte de los simpatizantes de ambos partidos mayoritarios ni siquiera vivían cuando el profesor Juan Bosch se desprendió del PRD en 1973.
Y aquí los políticos de los distintos partidos por los famosos acuerdos y alianzas, aun cuando sean simples entelequias de nombre altisonantes y tan solo con una oficina de una habitación en la capital, reciben de parte de los partidos mayoritarios una cuota de empleos, contratos y botellas. Así son tranquilizados en sus desesperaciones de exigir más ya que nunca se conforman con lo que reciben. Esperan más de sus protectores del momento y se mantienen a la expectativa para cambiar de chaqueta de acuerdo a sus conveniencias.
Los dominicanos estamos acostumbrados a esos cambios de chaqueta entre los partidos. Y así, un partido tradicional aliado del PLD en los pasados 12 años se ve apartado para darle cabida a los nuevos favoritos que antes eran rabiosos opositores. Vivían destripándose en los medios en ácidas opiniones dejando poco a la imaginación en cuanto a la seriedad hacia quienes van dirigidas en ese momento. Pero ahora el caso es más curioso cuando se afectan los cuadros del partido oficial que se están viendo aplastados por un aliado coyuntural. El PRD fue una vez el partido mayoritario en las simpatías nacionales.
En eso de ponerse y quitarse en las alianzas con el PLD, los casi desaparecidos reformistas social cristianos son los expertos en cambiar de chaqueta ya que se han acostumbrado a ser un partido bisagra desde cuando el PLD ganó las elecciones en 1996. Ya no se sabe cuál es su ideología colorá y cómo encaran la supuesta función, o de opositores o de aliados. En sus condiciones actuales nunca llegarán a un lugar señero de simpatías nacionales. Ahora confundidos inician una purga que no se sabe cómo terminará para los días de la Navidad. Y eso es si no surge un líder entre ellos que irradie fortaleza, seriedad y honestidad. El PRSC se mantiene en una bruma creada por ellos mismos para estar al acecho de sus oportunidades que la perdieron obtusamente en las elecciones de mayo pasado.
Además los reformistas fueron los creadores, fomentadores y sostenedores del desastre que se convirtió en el último período de Leonel Fernández el servicio exterior. Fue una avalancha de designaciones de personas cuyo compromiso era entregarle a sus padrinos el 50% de los sueldos en dólares devengados que habían logrado en las graciosas designaciones. Y esto lo hizo una claque reformista que a la sombra del canciller de la ocasión empañaron su nombre para siempre.
Todavía el PRD como aliado del PLD se siente atado para repetir las travesura de los reformistas en la Cancillería. El anterior canciller Andrés Navarro, con la limpieza que hizo en la nómina del servicio exterior, le permitió acumular cuantiosos recursos que se aplicaron a la construcción de un moderno Centro de Convenciones que ya está dando sus servicios a eventos diplomáticos de envergadura. Hoy es un orgullo de la Cancillería dominicana. Ojalá que los nuevos aliados del PLD no se les antoje repetir la aventura reformista que sumergió al país en el ostracismo diplomático por la falta de seriedad y honestidad de sus representantes en el exterior. Aun cuando ya han iniciado el desmonte peledeísta en el Ministerio de la Mujer.