El remozamiento de las calles del centro histórico de la capital mantiene con el grito al cielo a los residentes y comerciantes, quienes aseguran que el tedioso y ralentizado proceso les ha robado la paz y amenaza con quebrar sus negocios.
Transitadas vías como la Padre Billini, 19 de Marzo, Duarte, Arzobispo Nouel y Las Mercedes, permanecen cerradas desde inicios de este año, obstaculizando el acceso de peatones y vehículos, lo que ha llevado a una disminución considerable de los visitantes a la Ciudad Colonial y, por consiguiente, una baja significativa en la productividad de los negocios.
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Tal es el caso del Ángel Sánchez, propietario del colmado Los Muchachos, en la Arzobispo Nouel, quien aseguró que el bloqueo de la vía que cruza justo en frente de su negocio, le ha provocado perdida mensual de aproximadamente 500 mil pesos.
Ante la difícil situación que atraviesa su negocio, Sánchez se quejó de que las autoridades no se interesarán en auxiliarlos ni mucho menos en realizar las obras en el menor tiempo posible. “Nadie vino a apoyarnos con nada, sigo pagando local igualito, agua, luz y teléfono. O sea, los gastos del negocio siguen igual, lo único que ha bajado son nuestras ganancias”, reclamó.
En la misma situación se encuentran los propietarios de Affogato Café, cuya entrada fue totalmente obstaculizada, lo que impide que los clientes puedan distinguir el local.
José Miguel, empleado del lugar, aseguró que el problema principal de la obra, es la mala coordinación y gestión del tiempo. El joven afirmó que esa situación le ha costado al negocio la disminución de un 40 a un 50 % de sus ingresos.
“Hemos percibido que muchos no vienen, porque ni encuentran el local o porque no consiguen parqueos y se vuelve complicado por todas las calles cerradas”, expuso.
No obstante, a pesar de la incomodidad y el sacrificio que ha significado para muchos ese proceso, los comerciantes y residentes consultados ayer, se mostraron confiados en que una vez concluya la labor de remozamiento, el aspecto mejorado de las calles beneficiarán sus negocios, dada la plusvalía que adquirirá la Ciudad Colonial.