Comerciantes de la Línea Noroeste y Santiago denunciaron que el contrabando de ajo por la frontera se ha incrementado en las últimas semanas y pidieron mayores acciones para detener esa situación.

Carlos Victorino González, de la Asociación de Comerciantes Pueblos Unidos del Noroeste, y Ramón Rodríguez Ceballos, presidente de la Unión de Pequeños y Medianos Comerciantes de Santiago, dijeron que la situación les está ocasionando serios  inconvenientes.

Los  dirigentes comerciales señalaron que los lunes y viernes, días en que se celebra el mercado de Dajabón, vendedores haitianos logran cruzar ajo suelto y luego lo empacan en sacos de 25 y 35 libras.

Rodríguez Ceballos dijo que la mayor parte de ese ajo es transportado a Santiago en vehículos particulares y  públicos.

Enfatizó que aunque en ocasiones miembros del Ejército Nacional y del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront) se incautan de uno o dos sacos de ajo, eso es insuficiente porque la mayoría logra pasarlo hasta Santiago.

Indicó que muchos comerciantes están al grito, porque no pueden competir con las personas que se dedican a comercializar el ajo que traen clandestinamente desde Haití.

Sostuvo que el contrabando de ajo es la de nunca acabar, pero que ahora se ha incrementado.

“El ajo llega a Santiago con la misma facilidad que llegan los haitianos indocumentados, no sabemos qué hacer y parece que nadie quiere ponerle fin”, explicó Ceballos.

Mientras Victorino González dijo que aunque la mayoría del ajo contrabandeado es llevado a Santiago, el comercio del Noroeste también sale afectado.

Las claves

1.  Desde Haití

El ajo es  traído de contrabando desde Haití y comercializado en Santiago, lo que provoca una competencia desleal.

2.  No hacen nada

Los miembros del Ejército y del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza se incautan de cantidades mínimas.

3.  Como Pedro en su casa

El ajo entra a Santiago con  facilidad, dijeron los comerciantes.