La Federación Nacional de Comerciantes y Empresarios de la República Dominicana (Fenacerd), lleva más de 13 meses esperando una reunión con el que el presidente Danilo Medina para plantearle la situación por la que atraviesan.

La presidenta de la entidad, Rosa Acosta, dijo que esperan la reunión pero aclaró que el mandatario no ha accedido a recibir a los miembros de Fenacerd.

Destacó que el momento es preciso para que autoridades y los comerciantes se sienten en la mesa de negociaciones para buscar solución al conflicto surgido con el decreto 569-12 con el que se envía a una subasta de alza de precios productos como el arroz, leche en polvo, pollo, habichuelas, azúcar, cebolla y ajo.

“Lo mejor es que estos productos se lleven a un concurso público para su asignación en el que un 50% sea distribuido entre los importadores  tradicionales y el restante 50% entre las organizaciones  de comerciantes, detallistas, mayoristas y supermercados”, dijo.

Peña Acosta, adujo que la Fenacerd es una institución amiga del diálogo y en ese sentido reitera su petición al presidente Medina para que modifique el proceso de asignación de los productos de importación de la rectificación técnica, a través de la comisión de las importaciones y una comisión de notables (veedores).

«Pero sin subastas. Porque estas son las que encarecen los precios de los productos de primera necesidad», resaltó.

Dijo esperar que el mandatario escuche éste llamado y se reúna lo antes posible con el sector comercio para que pueda emerger de la precaria situación en la que está sumido por los altos costos operacionales.

Condenó forma de reclamo. Con respecto a las demandas de algunos sectores, condenó los hechos de violencia registrados durante el paro convocado por el Frente Amplio de Lucha Popular  (Falpo), en comunidades del Cibao y el sector Capotillo, en el Distrito Nacional, por considerar que esas manifestaciones sólo provocan incertidumbre y pérdidas millonarias al comercio y la población.

Manifestó que  los reportes recibidos de los actos de protestas escenificados en comunidades de Navarrete, Santiago, Bonao y San Francisco de Macorís, indican que hubo un cierre total de los negocios y pérdidas de productos perecederos.

Sin embargo, cree que los niveles de insatisfacción de la población van en aumento, especialmente, en las comunidades que no fueron tomadas en cuenta en el presupuesto del año 2014.