Hoy 
Comerciantes del Barrio Chino demandaron ayer del Ayuntamiento del Distrito Nacional suspender la medida que desde el pasado lunes prohíbe estacionarse frente a los negocios.
Los comerciantes denunciaron que la decisión crea inseguridad y provoca el descenso de sus ventas en más de un 50 por ciento.
Dueños de joyerías, restaurantes y de tiendas, solicitaron al síndico Roberto Salcedo restablecer la tradicional práctica que permitía a comerciantes y a sus clientes dejar sus vehículos en la avenida Duarte, en el tramo que va de la avenida México a la calle Benito González. Juan Paniagua, comerciante y vocero de un grupo de propietarios de establecimientos que ayer decidió hacer pública la queja de la situación que ocurre en el perímetro del Barrio Chino, dijo que sus clientes protestan por tener que desmontarse a cuadras de los locales que visitan, y temen ser víctimas de robo.
Expresó que nadie quiere caer en manos de malhechores, debido que en algunos momentos deben caminar tramos despejados.
Paniagua dijo que desde que se les impide estacionar en los frentes de sus propios negocios, están afectados. Salcedo tomó la decisión de quitar los parqueos sin dar ninguna explicación.
Manifestó que un cliente tuvo un inconveniente con los dueños de una vivienda en cuyo frente pretendía estacionarse, además de que el lugar no representaba seguridad.
Un cirujano plástico, asiduo comprador de joyas en una platería en la calle Benito González, expresó bajo reserva de su nombre- que desde que no puede estacionar su carro en el negocio, tiene problemas para estar en el establecimiento del Barrio Chino.
El comprador Ramón Henríquez calificó la acción de las autoridades como mala práctica. Cree que esto podría ser causa de un caos. Pidió al Ayuntamiento sopesar la disposición y dialogar con quienes tienen una salida al problema.
Barrio Chino
Ya en el país contamos con un China Town dominicano que recuerda un poco al que existe en la ciudad de Nueva York. El nuestro se desarrolla en un tramo de la avenida Duarte desde el pasado año, por iniciativa de la Fundación Flor para Todos.
Esta concentración, de tiendas y restaurantes de chinos y sus descendientes, le imprime un novedoso estilo oriental al comercio, distinto al que se hacía en la avenida Duarte y al que este año el Ayuntamiento del Distrito Nacional y la Secretaría de Obras Públicas convirtieron en Paseo Comercial de la Avenida Duarte, con la ampliación de las aceras, la peatonización de la vía y la remodelación del emblemático Parque Enriquillo.
El Paseo Comercial Duarte conectará con el Barrio Chino, en procura de elevar la competitividad de la arteria comercial y, por ende, de la ciudad. Desde el próximo lunes, el ADN, los regidores y los comerciantes de la Duarte y del Barrio Chino, se abocan a analizar la normativa que regularía el perímetro de la Duarte destinado para el comercio.
