SIDNEY, (AFP) – El Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) celebra el fin de semana su cumbre centrada en el desafío de dar un impulso a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y resolver sus propias contradicciones sobre el calentamiento global, en un escenario tenso por las protestas previstas.
El comercio –el tema central que inspiró la creación de la APEC en 1989– tiene en esta ocasión una importante coyuntura: los países más grandes del foro quieren pasar el mensaje de que deben desbloquear las negociaciones de la ronda de Doha de la OMC, trabadas desde hace varios meses por las subvenciones a la agricultura en los países desarrollados.
Precisamente esta semana se iniciaron en Suiza las discusiones sobre el tema agrícola.
Los 21 miembros de la APEC seguirán estrechando sus vínculos comerciales e incluso se discute si debe avanzarse hacia una gran zona de libre comercio APEC, una idea que sin embargo es considerada como muy compleja por las asimetrías en las distintas economías de la región. La APEC representa 60% del Producto Interno Bruto (PIB) y 47% del comercio a nivel mundial, porcentajes que hablan por sí solos del enorme peso que tienen sus decisiones.
Con un esquema informal y sin decisiones vinculantes, la APEC fue siempre un foro con una vocación casi exclusiva de comercio pero en los últimos años no ha podido deslindarse de los problemas políticos a nivel global.
El terrorismo marcó la agenda de los últimos años y ahora en Sidney es el tema del calentamiento global el que ya ha sido puesto sobre la mesa por el primer ministro anfitrión, John Howard. Este punto genera divisiones dentro de la APEC. Según una fuente diplomática asiática, los expertos encontraron un difícil consenso para la declaración final sobre el clima que no contiene objetivos obligatorios. El documento de seis páginas que debe ser firmado este fin de semana por los dirigentes de Asia-Pacífico se contenta con mencionar una «aspiración» a reducir el 25% de la intensidad energética (medida calculada por el informe del consumo de energía y de producción) en las 21 economías antes de 2030. El texto afirma igualmente que las Naciones Unidas deben ser el marco para la negociación sobre el clima, según el diplomático. La presencia de Bush también se convirtió en foco para protestas de distinta índole.