La República Dominicana esta inmersa en un fuerte proceso de amplia inserción en los mercados internacionales, tanto en los tradicionales, donde ya ha conquistado una posición, como en nuevos polos comerciales imprescindibles para poder diversificar su flujo comercial e impulsar la producción y exportación nacional.

Para ello tiene que hacer un gigantesco esfuerzo para elevar sus niveles de competitividad de manera integral y en esa dirección es enorme el desafío que se le levanta a la Autoridad Portuaria Dominicana – APORDOM – para llevar los servicios portuarios nacionales a los niveles que exige la situación actual. Solo con un adecuado nivel de inversión y la elevación de la capacitación del personal involucrado en la actividad se puede lograr alcanzar los niveles de eficiencia, seguridad y flexibilidad requeridos.

Cuando se analiza la estructura del comercio internacional del país – así como de los puertos turísticos – a nivel del sistema portuario nacional se puede apreciar que se ha trabajado en la dirección correcta y se tiene visualizado lo que es necesario hacer, aunque no se este haciendo con la celeridad que se requiera, contra lo cual conspiran diversos aspectos.

Cuando vemos el peso específico en el comercio exterior nacional de los diferentes puertos involucrados en el mismo se puede comprender como correcta la política que se ha venido ejecutando. Recordemos que en el 2001 el Puerto de Río Haina fue concesionado a la empresa Haina International Terminals – HIT – y que en el 2003 entró en funcionamiento el muy moderno puerto de Caucedo bajo contrato con DP World – de Dubai -.

Por los puertos del país sale el 84 % de las exportaciones – el 33.1 % por Haina Oriental, 28.8 % por Caucedo y el 22 % por el resto del sistema portuario nacional -.

Por otra parte, el 91.2 % de las importaciones también entran por el sistema portuario – un 32.93 % por Haina Oriental, 23.41 % por Haina Occidental y 18.60 % por el Multimodal Caucedo y un 16.3 % por el resto de las instalaciones portuarias-.

En el plano turístico hay plena conciencia de que uno de los grandes retos es lograr captar el flujo de llegada de cruceros al que el país puede aspirar brindando las condiciones imprescindibles que exige el sector. Ciertamente en ello se esta trabajando y no se puede desconocer ni que se ha avanzado ni que aun queda un importante trecho que recorrer.

Por Santo Domingo esta llegando alrededor del 26 % de los cruceristas (85 % de ellos por el ferry), por La Romana el 45 % y por Samaná un 29 %.