Comercios comienza a abrir en Santiago

Comercios comienza a abrir en Santiago

POR SANTIAGO GONZÁLEZ
SANTIAGO.-
La ciudad comenzó a recobrar su normalidad ayer, tras el feriado de Viernes Santo, porque los negocios comenzaron tímidamente a abrir sus puertas, aunque el bullicio cotidiano todavía no se sentía en las principales calles de la zona céntrica.

El tránsito de vehículos públicos laboraba activamente, pero las calles principales estaban semidesiertas, mientras miles de feligreses acudieron a los templos católicos.

Lejos de ser la ciudad bulliciosa de cada día, con música y plantas eléctricas en las principales esquinas, todavía ayer se disfrutaba de un inusual silencio.

Calles como Del Sol, Restauración, Las Carreras, Duarte, San Luis, España, entre otras, lucían desérticas y tranquilas, mientras en los alrededores del río Yaque, en Las Charcas, rumbo a Jánico, a Puerto Plata y Gurabo, el tránsito vehicular y de ciudadanos era mayor ayer.

Los tradicionales taponamientos de vehículos, junto a una gran cantidad de buhoneros y vendedores ambulantes que diariamente copan la ciudad, estuvieron ausentes.

Para los admiradores del estilo victoriano de muchas residencias del centro histórico, este viernes fue una oportunidad para ver lo que queda de ellas.

Ya en horas de la tarde, miembros de distintos organismos de prevención y orientación, fueron vistos en carros policiales y de la AMET, listos para iniciar los carreteos, método con el que tratan de evitar los accidentes.

En las salidas de la ciudad, los voluntarios entregaban propaganda alusiva a la campaña y recomendaban el uso del cinturón de seguridad y el no uso de celulares a los conductores.

Una impresionante multitud de personas estuvo en las iglesias durante los días Jueves y Viernes Santos, donde participaron de los tradicionales cultos religiosos.

A la Catedral Santiago Apóstol, las parroquias Santa Ana, San Francisco de Asís, Politécnico Nuestra Señora de Las Mercedes, Sagrado Corazón de Jesús, entre otras, los católicos acudieron a mostrar su fervor religioso.

A diferencia de este jueves, cuando las calles, avenidas y supermercados estaban congestionados, el Viernes Santo hubo pocos peatones y el tránsito de vehículos fue muy escaso.

Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio declaró que la Semana Santa es un momento oportuno para mostrar como los cristianos siguen firmes a su fe y a recordar el momento doloroso en que Jesús entregó su vida por los pecadores.

De su lado, el sacerdote Vinicio Disla dijo que la presencia de cientos de diáconos, presidentes de asambleas y sacerdotes, era una bofetada a los comunicadores y periodistas que estaban desacreditando a la iglesia por los escándalos en que se han visto envueltos algunos ministros.

«Aquí estamos, gente de fe, gente que no se dobla para que no nos sigan criticando», dijo el religioso en una transmisión televisiva y radial.

En los barrios, la mayoría de las familias estaban en casa y la gente jugaba dominó en las esquinas.

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