WASHINGTON (AP).- La contienda por la presidencia está demasiado reñida en este momento como para pronosticar un ganador, pero eso no significa que estará así el día de las elecciones como para evitar una victoria aplastante.
Los votos del Colegio Electoral que dan todo al ganador podrían transformar una modesta ventaja repentina por parte del presidente George W. Bush o del senador John Kerry en una barrida en los estados indecisos y un triunfo por la presidencia.
Con un empate virtual en las encuestas estatales y nacionales, Bush y Kerry toman decisiones estratégicas con base en la suposición de que el voto popular se dividirá equitativamente y que cada voto del Colegio Electoral contará. Así, en las últimas semanas de la campaña, retiraron dinero de campos de batalla menos reñidos como Misurí y Oregón para concentrarse en los pocos estados que probablemente romperán el empate.
Eso no significa que los estados que ya favorecen a uno u a otro no tengan importancia. «Los resultados pueden acumularse de muchas formas distintas»», dijo el estratega demócrata Jim Jordan.
Es fácil comprender cómo la contienda podría terminar en otro recuento de infarto como en el 2000. De acuerdo a lo que reflejan las encuestas en este momento, 30 estados y el Distrito de Columbia apoyan firmemente a Kerry o a Bush.
Además de ellos, seis estados inclinan sus preferencias hacia el demócrata (Hawai, Nueva Jersey, Washington, Maine, Oregón y Michigan) para un total de 207 votos electorales que ya respaldan a Kerry.
Otros seis se inclinan por Bush (Arizona, Misurí, Arkansas, Carolina del Norte, Virginia Occidental y Colorado), para 222 votos electorales detrás del republicano.
Eso deja a ambos candidatos por debajo de los 270 necesarios para ganar la presidencia, una mayoría de los 538 disponibles. En una contienda reñida, la lucha por llegar a 270 se definirá en los nueve estados restantes donde los sondeos muestran que los candidatos tienen sólo tres puntos porcentuales de diferencia: la Florida, Ohio, Nevada, Nueva Hampshire, Pensilvania, Iowa, Nuevo México, Wisconsin y Minnesota.
Los estados indecisos representan 109 votos electorales entre todos. Para hacer la cuestión aún más cerrada, la contienda en Michigan se volvió más reñida la semana pasada y ahora se inclina ligeramente a favor de Kerry. Las dos campañas están nerviosas, y temen que el próximo error incline las preferencias definitivamente hacia el contrincante.
¨Qué ocurriría si las elecciones se inclinan hacia un candidato? Asumiendo que esta inestable campaña dé un giro modesto antes de las elecciones, y Bush o Kerry adquieran una ventaja de tres o cuatro puntos porcentuales _ ése es el margen de error de la mayoría de las encuestas, pero suficiente para inclinar a todos los estados indecisos hacia un solo candidato _ entonces, los 222 votos electorales de Bush se convertirán en 331, una victoria aplastante, o los 207 de Kerry se transforman en 316, también un buen resultado.
Es posible que un candidato pudiera acumular un amplio margen de ventaja en el Colegio Electoral aunque gane por poco en el voto popular. O, como le ocurrió al demócrata Al Gore en el 2000, uno podría ganar la votación de la ciudadanía pero no la del Colegio Electoral.