Comicios México, prueba de fuego para Fox

Comicios México, prueba de fuego para Fox

MEXICO (AFP).- Las elecciones del próximo 2 de julio representan la última prueba de fuego para el presidente Vicente Fox, cuyo desempeño como líder de la transición mexicana fue discreto y plagado de obstáculos políticos.

La victoria de la izquierda mexicana -que espera anhelante su turno desde que perdió los comicios presidenciales de 1988 en medio de un fraude- significaría la culminación de la alternancia política, tras 71 años de nacionalismo autoritario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y 6 años de conservadurismo.

Sin embargo, esta victoria izquierdista representaría una derrota personal para un presidente que no oculta su animadversión por Andrés Manuel López Obrador, el candidato de esa izquierda curtida en las calles y enemiga de sus valores, como el clericalismo militante.

Las últimas encuestas dieron el viernes a López Obrador una leve ventaja de dos puntos sobre su principal rival, el conservador Felipe Calderón.

Durante seis años, Fox ha sido el mandatario que a cada ocasión que puede “celebra la democracia que llegó con su presidencia, pero no ve lo que deja tras de si”, considera Denise Dresser, analista política.

Más cómodo de gira por el interior del país o en campaña electoral que en su despacho de Los Pinos, Fox vio con frustración cómo no podía o no le dejaban aprobar ninguna de las reformas que propuso, y además tuvo que enfrentarse a episodios regulares de violencia social.

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