“COMIENDO ANSIAS” ¡RAÚL MORILLA EXPONE EN LISBOA!

“COMIENDO ANSIAS” ¡RAÚL MORILLA EXPONE EN LISBOA!

La precariedad de la educación artística; los evidentes problemas de formación y creatividad; los atavismos y extravíos identitarios; la evidente “bipolaridad” o fragilidad de convicción; la viciosa recursividad de la hipermímesis (imitaciones de la imitación); la seudoapropiación conceptualista, así como la crisis de honestidad de muchos de nuestros “artistas contemporáneos”, serían algunas de las situaciones y problemáticas en torno a las cuales se agravan la “miseria reflexiva” y el bochornoso estado de indigencia que hoy siguen asfixiando el diálogo trandisciplinar y el espacio crítico en Santo Domingo.

En su artículo titulado “Honestidad y deshonestidad en el arte”, el reconocido músico y escritor Jacinto Gimbernard Pellerano, siempre puntual en sus edificadoras observaciones, nos advertía lúcidamente: “Existe mucho arte, no sólo contemporáneo sino meramente moderno, que se presta para sorprender al incauto, para engañar al ignorante con lo que aparenta ser incomprensible y en verdad es sólo un artilugio de mediocridades que el indocto y desavisado acoge -por no pasar vergüenza- con torpes expresiones de comprensión y respeto” (Hoy, sábado 22 de marzo, 2014, Pág. 9A). Sin dudas, se trata de una observación que nos alerta sobre el desconcertante caudal de mitologías y falacias que también definen el “art world” de la actualidad a nivel global.

De manera que hoy día no constituye ninguna novedad el hecho de la proliferación de “creadores”, especialistas e instituciones artísticas que asumen actitudes, discursos y políticas exhibicionistas, hiperbólicas, autoritarias y excluyentes, desencadenando esto un verdadero contrasentido y un proceso de contradicción e involución penosamente irresoluble. Así confrontamos una verdadera trama de intereses a través de la cual se consiguen museos, galerías, becas, premios, publicaciones, producciones y trayectorias tan exitosas como “infalibles”. Además, muchas veces, al expresar su propio criterio sobre determinadas prácticas y propuestas “artísticas” específicas, los espectadores corren el riesgo de ser tachados de incultos e ignorantes.

Sin embargo, en el artículo citado, don Jacinto Gimbernard Pellerano testimonia su regocijo al visitar la galería de Lyle O. Reitzel y tener la oportunidad de apreciar “excelente arte contemporáneo, realizado por artistas nacionales y extranjeros con perfección, esmero y alto conocimiento del “oficio” montado sobre extensas jornadas de trabajo”. Y estas observaciones jubilosas de Gimbernard adquieren mayor sentido y razón de ser ante una serie de artistas dominicanos contemporáneos que se distinguen especialmente por la honestidad de sus convicciones, así como por la coherencia de las ideas y sentimientos que sostienen su implicante práctica creadora.

Entre los artistas dominicanos más jóvenes con producciones forjadas sobre la reflexión sincera y desde la radical eticidad de su actitud creadora, destaca el vegano Raúl T. Morilla, cuya exposición titulada “Comiendo Ansias” acaba de obtener respuesta sumamente positiva al presentarse desde el miércoles 26 de febrero hasta el viernes 15 de marzo en el Palacete Seixas, sede central del Instituto Camoes, en Lisboa, Portugal, institución en la cual se presentan artistas internacionales de reconocida trayectoria y cuya función principal es la cooperación a través de la cultura y la lengua portuguesas.

El cuerpo expositivo de “Comiendo Ansias”, muestra organizada por la Embajada de la República Dominicana en Portugal y el Instituto Camoes, localizado frente a la rotonda del Marqués de Pombal, en pleno centro de Lisboa, ha estado integrado por tres videos y doce dibujos en formatos medianos, elaborados en técnica mixta sobre papel kraft. Al igual que en sus instalaciones y videos, en estos dibujos, caracterizados por tonalidades ocres, grises y encaladas, así como por unos trazos de inquietante y poderosa fuerza expresiva que reciben de inmediato la mirada comprometida del espectador, Morilla demuestra su pleno dominio del medio y su exquisita sensibilidad poética a través el efectivo manejo del trazo, la línea y el color.

Asimismo, en estos dibujos de transfiguraciones agónicas y fuerte carga existencialista, Raúl Morilla reflexiona mediante una especie de grotesca estilística sobre algunas iniquidades que afectan la condición humana contemporánea, tales como la insensibilidad social, el hambre, la violencia, la vulnerabilidad de los derechos ciudadanos, la explotación infantil, la corrupción política, la competencia (el “canibalismo” de los caóticos rituales cotidianos en el espacio urbano de la posmodernidad) y la degradación del medio ambiente.

“La presentación de Morilla en el Instituto Camoes de Lisboa es un verdadero privilegio, sólo para algunos”, sostuvo el reconocido escritor y crítico de arte portugués Fausto Marsol… “Morilla es un pintor maduro, con un estilo muy bien marcado, que muestra en los dibujos que exhibe una notable uniformidad, en el trazo y los colores. Personalmente, percibo algunos rasgos de africanidad y algunos de surrealismo en el dibujo de las figuras. Es una excelente muestra, la recomiendo”, agrega Marsol en una extensa entrevista que le hiciera al destacado artista dominicano para la agencia Efe y la cual fue difundida a través de varios medios internacionales.

“El animal está siendo más persona y viceversa. Lo importante del arte no es satisfacer la espiritualidad del ser humano. El arte y la educación artística deben tener la finalidad de sensibilizar al ser humano para así tener ciudadanos con mejores sentimientos y un mundo mejor… El dibujo es como el esperma, porque de ahí es que nace todo. Esta exhibición de dibujos me ha permitido llevar a otras fronteras mis planteamientos y criterios sobre el mundo de hoy. El dibujo para mí es esencial, ya que lo considero más espontáneo. La expresión del dibujo está sin contaminación, y más en mi caso, donde los trazos son más bien como croquis a mayor escala. La experiencia de Lisboa ha sido excepcional, no tan solo por la acogida de la muestra, sino también por la serie de conexiones que se establecen con los centros especializados de esta ciudad en beneficio del arte dominicano”, declara Morilla, visiblemente entusiasmado.

RAÚL MORILLA

Pintor, dibujante, escultor e instalador, Raúl Tamayo Morilla Rodríguez (La Vega, 1972), realizó estudios en la Escuela Municipal de Bellas Artes Francisco Soñé. Es egresado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Tecnológica de Santiago de los Caballeros (Utesa). Graduado en Historia del Arte, también realizó cursos y talleres artísticos en la Escuela de Diseño de Altos de Chavón, así como en Santo Domingo y Cuba. Desde 1994 es docente en la Universidad Católica Tecnológica del Cibao (Ucateci). Entre sus principales reconocimientos, destacan: Premio Único Concurso de Escultura Prats Ventós, Centro Cultural de España, Santo Domingo (1996); Premio XXIV Bienal Nacional de Artes Visuales (2007); Premio II Bienal Paleta de Níquel, Museo Cándido Bidó, Bonao (2007); Premio XXII Concurso de Arte León Jimenes (2008); Mención Especial I Trienal Internacional del Caribe, Santo Domingo (2010).

En el 2012, presentó la muestra titulada “Ensimismados”, exposición que tuvo una enorme acogida durante más de siete meses en la Sala de Proyectos del Museo de Arte Moderno, marcando récord de audiencia y recibiendo crítica positiva de reconocidos especialistas. En este mismo año, participa como invitado especial en la Segunda Bienal “Desde Aquí”, en Bucaramanga, Colombia. Sus obras forman parte de las colecciones del Museo de Arte Moderno de Santo Domingo; Centro Cultural León Jimenes, Santiago de los Caballeros; Universidad Católica Tecnológica del Cibao (Ucateci), La Vega; Museo Cándido Bidó, Bonao; Palacio Municipal de La Vega y el Museo del Diseño de Holon, Israel.

 

 

 

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