Comienza a hervir la caldera cívica

Comienza a hervir la caldera cívica

 FABIO R. HERRERA-MINIÑO
Salvo las periódicas perturbaciones populares de Navarrete, Licey, Bonao, San Francisco de Macorís, Nagua y Salcedo, la actual administración peledeísta no había confrontado contratiempos populares de consideración en su gestión de 30 meses. De repente, desde la pasada semana, como arte de magia, una buena parte de las comunidades cibaeñas comenzaron a ejercitarse en sus movilizaciones para alterar la tranquilidad urbana con las exigencias al gobierno para que cumpla con una serie de obras prometidas, e ignoradas por éste, echándolas al saco del olvido, después de haber anunciado sus inicios en varias ocasiones como promesas de campaña.

Los estallidos cívicos han estado precedidos por la tenaz agitación que mantienen “los dueños del país”, como define el director de El Nacional a los choferes, quienes ahora pretenden que se les subsidie el transporte, ya que ellos están quebrados y son tan buenas pagas que aportan $14 mil millones de pesos al fisco. Eso, ni ellos mismos se lo creen, pero al menos mantienen sobre ascuas a las autoridades y cualquier día paralizan el transporte, bloquean las calles, destruyen a los vehículos que se le oponen, agreden a la ciudadanía que quiere desplazarse libremente a sus trabajos, o a sus casas. A los choferes ese tipo de lucha les ha dado pingües beneficios desde el 1962; a partir de esa fecha los gobiernos comenzaron a temer las movilizaciones choferiles. Para evitar disturbios callejeros, les concedían toda clase de prebendas y así surgió una nueva clase empresarial choferil que se enriquecían en base al miedo y terror impuesto a las autoridades.

Casi todos los municipios del país están mostrando su disgusto al gobierno, por su descuido de tantas obras prometidas y nunca iniciadas, algunas se inician pero se paralizan por falta de recursos, no se les da mantenimiento a lo existente, deteriorándose acueductos, calles, carreteras, hospitales, escuelas, etc. Las megas obras se anuncian pero se quedan tan solo en la esperanza de quienes las anhelan ver para el progreso de sus comunidades. Y es que ven el avance de la construcción del Metro, anunciándose que para el 27 de febrero del 2008 iniciaría sus operaciones. Creo que tales pretensiones son demasiado optimistas y el gobierno debería conformarse con el tramo Villa Mella-Río Isabela, siempre y cuando llegue el equipo francés de locomoción y transporte.

Para muchos, las protestas de la semana pasada y la actitud intransigente de los choferes, no son tan espontáneas con el pretexto exigir el cumplimiento de tantas ofertas que han caído en oídos sordos. Parece que hay fuerzas políticas manipulando la inconformidad de las gentes y grupos organizados que hasta pudieran vislumbrarse con cierta afinidad al partido oficial.

Evidentemente hay fuerzas políticas empeñadas en manchar la excelente obra de gobierno que realiza el Presidente constitucional de la República, que se ha lanzado a la búsqueda de su reelección, después de ver y analizar las encuestas del pasado reciente, en que la mayoría de la gente no le disgusta, ni rechaza, que él se repostule para un nuevo período presidencial.

En el sentir de la mayoría poblacional, el panorama de los que aspiran a ser candidatos para las elecciones del 2008, casi ninguno reúne las condiciones adecuadas para dirigir los destinos nacionales. El convencimiento que tiene una buena parte de la población, acerca de las condiciones del Presidente de la República, por la forma de cómo ha actuado para enfrentar el tremendo desastre económico heredado de la administración perredeísta, lo hace muy confiable y atractivo para las mayorías.

El país se ha recuperado y así se justifica el hecho de la efervescencia cívica de estos días, con las pretensiones de las comunidades alzadas exigiendo numerosas obras, las presiones de los gremios exigiendo un aumento salarial del 25%, etc. Todo es causa del reflejo de cómo la economía dominicana da señales vigorosas de una recuperación admirable, que ha consolidado al país como destino turístico, que las inversiones más diversas están interesadas en invertir y el FMI le dio su bendición a la gestión económica del gobierno permitiendo que se abrirán más rápido las puertas para vigencia del DR-CAFTA.

Ante el panorama de recuperación y de fortalecimiento de los programas económicos sociales, sólo le queda a la oposición pescar en río revuelto, escudándose en las demandas y necesidades de la población para desacreditar al gobierno. Este ha mostrado falta de gerencia y de capacidad para hacerle frente a los reclamos, por lo cual la oposición mantendrá la caldera cívica en ebullición, al menos que el gobierno no se espabile y actúe de acuerdo a lo serio de la situación de lo que se pretende con las protestas.

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