Comienza desmovilización La Barquita; algunos lloran

Comienza desmovilización La Barquita; algunos lloran

Unos con lágrimas y otros con una sonrisa fueron trasladas las primeras familias del sector La Barquita de Los Mina, en Santo Domingo Este (SDE) hacia el proyecto Nueva Barquita que construye el Gobierno en La Javilla de Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte (SDN).

Las primeras 20 familias eran trasladadas en microbuses cerrados y aire acondicionado, mientras sus ajuares en camiones cerrados, dejando atrás un largo viacrucis al que eran sometidas en cada temporada ciclónica, como la que inicia mañana primero de junio y que se extiende hasta el 30 de noviembre.

Quizás previendo lo intensa que se pronostica será la venidera temporada ciclónica, el Gobierno se apresura a trasladar a las familias más vulnerables, como discapacitados y a quienes habitan viviendas más próximo al río Ozama.

El traslado se desarrolla en medio de un hermetismo, sin explicación, por parte de las autoridades, quienes ordenaron no dejar entrar a los periodistas hasta el bloque de apartamentos donde eran trasladadas las familias en la nueva morada.

Que lástima. Aquí, según el contingente policíaco militar, solo tenían acceso quienes trabajan en el proyecto, y periodistas de la Dirección General de Comunicación (Dicom) de la Presidencia de la República.

Kenia Altagracia Rosa, daba gracias a Dios, primero, luego al presidente Danilo Medina, porque por fin dejan atrás la pesadilla de tener que salir corriendo juntos a sus hijos cada vez que se producían fuertes aguaceros.

Todavía con agua dentro de su casa, por las últimas lluvias que subieron el caudal del Ozama, Jennifer Merán Mateo expresó su satisfacción porque ya dejará de salir huyendo al Ozama y luego volver con sus hijos a la humedad, el frío y el hedor que queda cuando todo baja.

“Mire todavía el agua ahí, y así tenía uno que vivir durante tantos años. Gracias a Dios y a Danilo que se acordó de nosotros”, expresó mientras recogía sus ajuares que llevaría al nuevo hogar que la esperaba en La Nueva Barquita.

Sin retorno. Inmediatamente se produce el traslado los militares y policía derriban la vieja vivienda, para evitar que sean ocupadas nuevamente, ya que el área será cerrada y formará parte del amortiguamiento del río.

Eridania Rosario, presidenta de la Junta de Vecinos Agustina Berberé, no aguantó la emoción de ver el inicio de lo que hasta ayer era un sueño, de ahí que mientras hablaba las lágrimas se expandían por su rostro, de emoción o nostalgia.
“Ya el proceso comenzó, como queríamos, gracias al señor Presidente por tomarnos en cuenta y esa magnífica obra que nos entrega”, expresó.

Rosario dijo que con los últimos aguaceros unas 60 viviendas fueron inundadas por el río, lo que motivó la visita de los ejecutivos de la Unidad Ejecutora para la Rehabilitación de la Barquita (URBE) quienes determinaron las familias que priorizarían en el traslado.

El gran día. “Hoy comenzó lo que durante muchos años nosotros estábamos esperando, hoy es un gran día, el mejor, será inolvidable para la gente de La Barquita”, respondió el dirigente comunitario Rafael Holguín.

Mientras ayudaba a sus vecinos a sacar los trastes de sus hogares y a derribar las casas una vez estas quedaban vacías, Holguín nunca perdió la esperanza de ver la promesa cumplida, a pesar de la costumbre de los políticos de ofrecer y no cumplir.

“Desde hoy nuestro compañero el río Ozama comienza a quedarse solo, sin nadie que lo contamine ni obstaculice su cauce que les habíamos robado”, sostuvo.

Keilo Mesa, aclara que se trata de un plan piloto con el traslado de las primeras 20 familias de La Barquita, para observar su comportamiento en los próximos días, como adaptación a un nuevo modo de vida, ya que se prevé el proyecto seria inaugurado por el presidente Danilo Medina dentro de un mes.

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