Tokio. EFE. La Feria Internacional de la Moda (IFF) de Tokio, el mayor encuentro textil de Japón, abrió ayer sus puertas con la presencia de unas setecientas empresas y el acento puesto en lo étnico y la ropa informal y juvenil.
El evento se celebra hasta el próximo viernes en el centro de convenciones Big Sight, situado en una de las islas artificiales de la Bahía de Tokio, y busca atraer a un público juvenil con pantalones vaqueros, camisetas estampadas y zapatillas deportivas de vivos colores.
En esta edición, en la que predominan las marcas japonesas y hay toda una sección dedicada a la oferta asiática, abundan las blusas y vestidos estampados étnicos inspirados en los indios estadounidenses o los diseños nepalíes.
La IFF, organizada dos veces al año (enero y julio) por los promotores de la Semana de la Moda de Tokio y el diario Senkein Shimbun, incluye -sin embargo- prendas para todos los gustos.
Así, se encuentran desde vestidos de encaje que imitan la época rococó o victoriana hasta accesorios con peluches, de colores rosas o con brillos para las Lolitas, representantes de la cultura pop japonesa.
En contraste, otros expositores muestran los tradicionales kimonos y yukatas japoneses de seda o de algodón, así como vestidos de fiesta con encajes, volantes y drapeados, ya sea en seda, tafetán o gasa.
De cara a la próxima temporada primavera-verano 2011, firmas como Nissei Corporation ofrecen sandalias y trajes de baño de dos piezas con el corte europeo popular entre las japonesas, quienes consideran demasiado sensuales los tangas brasileños, explicó a Efe Takamitsu Iijima, de Nissei Group. Para lo que queda del invierno, el acento está en los vestidos de colores llamativos, las chaquetas de pana o lana en tonos verde y turquesa o los jersey y bufandas de materiales como la cachemira asiática. También acaparan la atención de los visitantes, principalmente mujeres, por la amplia variedad de artículos y accesorios que se ofertas, tales como los de la estadounidense Tarina Tarantino.