Comienza juicio a policías por mayor masacre de presos en la historia de Brasil  

<STRONG>Comienza juicio a policías por mayor masacre de presos en la historia de Brasil</STRONG>  

                      

                                                       Fuente externa

SAO PAULO. AFP. El juicio de 79 policías militares acusados de la muerte de 111 prisioneros durante la ‘masacre de Carandirú’, comienza este lunes en Sao Paulo, 21 años después de la mayor tragedia carcelaria en la historia de Brasil, que aún atormenta al país.

El proceso fue dividido en cuatro partes, cada una por las muertes ocurridas en cada piso de esta prisión de Sao Paulo el 2 de octubre de 1992, en un operativo policial para contener una riña entre presos que desembocó en rebelión. 

Este lunes, en la primera parte del proceso, comenzarán a ser juzgados 26 policías militares -en su mayoría ya jubilados- acusados de la muerte de 15 prisioneros en el pabellón 9 de la Casa de Detención de Carandirú. Se espera que el veredicto esté listo dentro de 10 a 15 días.

En los próximos meses serán juzgados los demás policías acusados. El juicio tendrá lugar en los tribunales penales de Barra Funda, en el oeste de Sao Paulo.   21 años después     

El proceso se demoró más de dos décadas porque inicialmente estaba en la justicia militar y luego pasó a la esfera de la justicia ordinaria. Una serie de recursos presentados por los reos a lo largo de los años también demoró el comienzo del juicio, explicó a la AFP un portavoz del tribunal. 

La justicia en Brasil es lenta, y no es inusual que un acusado demore años en ir a juicio si puede pagar un abogado privado.   «Hubo claramente una masacre, una ejecución. Los presos fueron muertos sin posibilidad de defenderse», declaró el promotor de justicia de la fiscalía, Fernando Pereira da Silva, citado en el sitio de noticias en línea G1.   La defensa de los reos señala que los policías cumplían su deber y que dispararon en legítima defensa, porque estaban siendo amenazados y agredidos por los prisioneros.

Todos los policías que participaron de la acción resultaron ilesos. Otros 87 prisioneros quedaron heridos.  Hasta ahora sólo fue juzgado un reo por esta masacre: el coronel que comandó la operación, Ubiratan Guimarães, que en 2001 fue condenado a 632 años de prisión por las muertes, pero más tarde apeló el fallo y fue absuelto.

El coronel, también exdiputado estatal, fue hallado muerto en 2006, con un tiro en el pecho, en su apartamento de Sao Paulo. El penal de Carandirú, que inspiró una película con el mismo nombre y en la época era el mayor presidio de América Latina con unos 8.000 prisioneros, fue desmantelado en 2002 y en su lugar se construyó un parque.

El germen del PCC.  Tanto la defensa de los reos como la acusación vincularán la matanza en Carandirú al nacimiento al año siguiente del grupo criminal Primer Comando de la Capital (PCC), creado por presos de la cárcel de Taubaté, a unos 140 km de la ciudad de Sao Paulo, reportó la prensa brasileña.   Según la fiscalía, la violencia de la Policía en esta acción fue un factor decisivo en la formación del PCC, acusado de planificar y ordenar los asesinatos de decenas de policías desde las prisiones.  

«Está en los estatutos de la facción. (La masacre) fue llevada en consideración para que casos como ese no volvieran a repetirse», señaló el promotor de justicia Marcio Friggi de Carvalho, citado por Folha.

Para la defensa de los reos, en cambio, las reacciones críticas a la actuación de la policía en este episodio «dio carta blanca a los bandidos cuando restringieron la entrada de los policías militares a los presidios. Por eso estamos en la situación en la que estamos», dijo la abogada de los policías militares, Ieda Ribeiro, también citada por el diario.

 El PCC comandó desde la cárcel una serie de violentos ataques que paralizaron Sao Paulo por varios días en mayo de 2006, y que dejaron más de 170 muertos. A fines del año pasado, se le atribuyeron episodios similares, aunque en menor escala, con la quema de autobuses y el asesinato de varios policías.

Con una población de 194 millones de habitantes, Brasil cuenta con unos 550.000 presos en más de un millar de cárceles, una de las mayores poblaciones penales del mundo. Unos 217.000 están a la espera de juicio, según la ONU, que alertó a fines de marzo sobre el hacinamiento y la insalubridad en que viven los presos en Brasil.

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