Comienzan a desmantelar granceras

<P>Comienzan a desmantelar granceras</P>

La secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales inició ayer el desmantelamiento de las instalaciones de las granceras que afectan al río Nizao, en el Sur del país, en cumplimiento a los términos de la resolución 16-07, emitida por esa institución,  que les ordena retirarse de las riberas de los ríos. La resolución fue emitida hace un año, pero los propietarios de las granceras pidieron distintos plazos para cumplir con la nueva normativa.

La secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales inició ayer el desmantelamiento de las instalaciones de las granceras que afectan al río Nizao, en el Sur del país, luego que desacataran la resolución 16-07 emitida por esa institución,  que les ordena retirarse de las riberas de los ríos.

La primera advertencia de las autoridades fue militarizar las instalaciones de extracción de agregados hace una semana pero, como las granceras no obtemperaron, ayer procedieron a tumbar las maquinarias, con motoniveladoras y palas mecánicas.

El proceso no se detendrá mientras quede una empresa extrayendo  arena, grava y otros agregados de las proximidades de los ríos, por lo que la operación seguirá este lunes en la región del Cibao.

La operación estuvo encabezada por el subsecretario de Sol y Agua de Medio Ambiente, Manuel Serrano, quien expresó que todas las infraestructuras que han operado próximo al cauce del río Nizao serán derribadas.

El proceso comenzó con las instalaciones de la compañía Mon Braca, ubicada próximo al puente Lucas Díaz, donde se colocaron obstáculos en la entrada para impedir el acceso de las autoridades.

Pero Braca no es la única empresa extractora de agregados en la zona. En las proximidades hay otras cuatro en las mismas condiciones que correrán la misma suerte en las próximas horas, explicó Serrano a reporteros de HOY que acudieron al lugar.

Advirtió que los efectos ocasionados por la extracción indiscriminada de agregados es la causa principal de los daños que ocasionan los ríos cuando se producen fuertes lluvias, ya que la arena es el amortiguamiento natural para que las aguas fluyan sin contratiempos.

La acción de Medio Ambiente estuvo respaldada por un contingente militar, bajo el mando del coronel   Francisco de Los Santos Tolentino, quien mantiene una vigilancia y supervisión permanente para evitar que los propietarios de las granceras intenten regresar a las áreas prohibidas.

Medio Ambiente no pudo concluir ayer su trabajo en el río Nizao, como estaba planificado, ya que dispone de escasos recursos, como equipos pesados para poder derribar las grandes instalaciones de las granceras que operan en la zona.

En cuanto a las montañas de agregados que tienen acumuladas las granceras,    Medio Ambiente dispuso que esos materiales  fueran regados en el área de la que fueron extraídos y la zona sembrada o adecuada, como recomiendan los expertos de la institución.

Un abuso

El presidente de Mon Braca, Ramón Brea, calificó  como un “abuso y una vagabundería” la acción emprendida ayer contra su empresa, donde un comando de guardias llegó y rompió la puerta de entrada sin hablar con nadie.

Tras quejarse de que esa fue la única grancera que desmantelaron a pesar de que en el lugar operan once, Brea informó que le tumbaron tres plantas, una trituradora, una zaranda, un trompo triturador y una torba; mientras que con una pala  regaron parte del material.

Brea expresó que su grancera está ubicada a 500 metros de la orilla del río y que la distancia mínima es de 150 metros. Dijo que demandará a Medio Ambiente por mil millones de pesos.

Brea explicó que lo habían citado para el próximo martes para darle una prórroga, ya que tenía permiso para vender 55 mil metros de materiales y sólo vendió 8 mil.

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