Hoy 
POR LLENNIS JIMÉNEZ
Las cuatro cañadas que desde hace más de 40 años contaminan unas 20,000 familias pobres de Capotillo, Simón Bolívar y La Zurza, a las que les arrojan toda clase de desperdicios, comenzaron a ser saneadas ayer con una inversión de RD$36 millones, de los cuales el 75% son aportados por la Unión Europea.
Los trabajos ascienden a RD$57.5 millones con el dinero destinado a la rehabilitación del tanque de almacenamiento de agua potable del Moscoso Puello, lo cual también beneficiará a residentes en los barrios de Gualey, Las Cañitas y 24 de Abril.
El gobierno aporta el 25% de los recursos utilizados en el encache de las cañadas «La Rampa», «Los Dulceros», «Tres Cruces» y «Caonabo».
Con esta inversión asciende a RD$250 millones el presupuesto destinado en un mes por la Unión Europea y el Estado dominicano al saneamiento de cañadas en barrios pobres, la solución a los problemas de drenaje pluvial, de calles y de agua potable.
Onofre Rojas, ordenador nacional de la Oficina de los Fondos Europeos para el Desarrollo (ONFED), también dijo que en este año se dispone de RD$600 millones para sanear más de 18 cañadas en distintas zonas de la capital y la ciudad de Santo Domingo, así como en la solución de otros servicios básicos carentes, como el de agua potable.
La ONFED y el programa de Saneamiento Ambiental para los Barrios Marginados (SABAMAR) ejecutan todos los trabajos, los cuales están a cargo del consorcio Soinca-Conpreica.
El director ejecutivo de la unidad técnica de SABAMAR, Juan Martínez de Velazco, dijo que el saneamiento de las cañadas afectadas es de difícil ejecución, por lo que probablemente se tarden entre seis y ocho meses para terminarlas.
Rojas y Martínez aprovecharon el inicio de los trabajos para solicitarle el apoyo a la comunidad por medio de las coordinadoras barriales, argumentando que el desarrollo de las obras no es fácil en esos barrios.
Opinó que la única manera de que el proyecto funcione es si las coordinadoras barriales y los vecinos ayudan supervisando las obras y apoyando a los constructores.
Martínez Velazco dijo que en esa parte norte de la ciudad de Santo Domingo han hecho unas 41 intervenciones, en el drenaje pluvial, la puesta en funcionamiento de dos micro empresas comunitarias de limpieza y una serie de proyectos de agua potable, desde la reconstrucción del tanque de almacenamiento de agua de Moscoso Puello hasta la rehabilitación del alcantarillado.
«Nuestra perspectiva es que para finales de año, máximo en enero, estén todas las obras terminadas», sostuvo el ejecutivo de SABAMAR en el acto de presentación de las obras, celebrado en la calle 16 Norte esquina 16 en Capotillo.
Deploró el retraso de los trabajos a consecuencia de las licitaciones y los procedimientos de adjudicación.
HACINAMIENTO
La penuria en que viven las familias en la cañada La Rampa, en el sector de Capotillo, resulta difícil de describir y cruel de ver. En cuartuchos de madera desvencijada y pequeñas casas de bloques desprovistas de seguridad residen decenas de adultos junto a cientos de niños con parásitos y padeciendo de enfermedades respiratorias.
Los menores, en su mayoría descalzos y desnudos, salen por cada callejón del trayecto de más de 500 metros que recubre la hedionda cañada.
Ajenos al mal que los rodea, los niños usan el paseo de la cañada, recubierto de respiraderos, como espacio recreativo. Mientras que a ambos extremos las personas lanzan todo tipo de basura. Los visitantes no toleran el mal olor que ya es parte de la cotidianidad y que se hizo insoportable este lunes cuando obreros abrieron los conductos taponados con basura y materia fecal.
En algunos puntos, la basura parece una alfombra, pero la preocupación de sus dirigentes es impedir que los visitantes caminen solos, por temor a que sean agredidos por rateros que los despojen de sus pertenencias.
No es extraño ver en este lugar las tuberías de los sanitarios junto a las del agua que consumen, muchas de las cuales son conectadas por encima de las viviendas.
La principal contaminación que va a la cañada La Rampa es a través del matadero municipal que opera en el sector Capotillo sin control sanitario y cuyas aguas desembocan en los afluentes.
Pese a la escasez, esta gente vive a su manera, entre el ruido de la bachata, los gritos, las amenazas por riñas, acompañados del ron, la cerveza y todo lo que implica el hábitat en un lugar donde impera la ley del más fuerte.
CRITICA ENTIDADES OFICIALES
El director ejecutivo de la ONFED criticó que en el saneamiento ambiental no se involucren, en la medida de su obligación, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado (CAASD), los ayuntamientos y la Secretaría de Salud Pública, a la que le demandó involucrarse más.
Rojas sostuvo que los ayuntamientos son responsables de la continuidad de los trabajos de saneamiento ambiental.
«Estamos tratando de coordinar acciones con la Secretaría de Obras Públicas para que algunas obras complementarias puedan ser realizadas con la CAASD para todo el tema del agua potable, porque es la CAASD la entidad del Estado que debe dar seguimiento», dijo.
Manifestó que la cooperación europea es la más importante en el país, empero, dijo que los dominicanos tenemos cada vez más que aprender a rascarnos con nuestras propias uñas», para poder fundar el desarrollo en los esfuerzos propios.
Rojas sostuvo que parte de los RD$250 millones fueron usados para obras de drenaje.
«Eso significa que el programa SABAMAR es vital para la acción pública en los barrios de la capital», agregó.
Reiteró el llamado a las coordinadoras barriales para que apoyen y acompañen a SABAMAR y a los contratistas que realizan las obras.
Precisó que una parte de los fondos de SABAMAR fueron destinados al fortalecimiento de las organizaciones sociales, en aras de que asuman su rol de trabajo de apoyo.
Significó que por eso es que promueven la creación de las empresas recolectoras de basura a nivel de los sectores, para que también contribuyan con los ayuntamientos en el saneamiento ambiental y la recogida de basura.
Agradecieron el inicio de las obras y se comprometieron a ayudar en la realización, Juan Taveras, en representación de la Junta de Vecinos Unión de Desarrollo de La Zurza; Susana Medina, por la Coordinadora Simón Bolívar (CODEBA) y Josefina Díaz, del Consejo de Desarrollo de Capotillo.
Díaz indicó que tuvieron alrededor de dos años en el arduo trabajo de programación del saneamiento, mientras la gente decían estar cansadas de esperar.
Asistieron el director adjunto de ese organismo, Rafael Pimentel; el ordenador delegado de la ONFED, arquitecto Jaime Felipe y el presidente del consorcio contratista, Ramón Avecedo.
INTERVENCIÓN
El ingeniero del consorcio dijo que las cañadas serán saneadas mediante la construcción de conductos soterrados de hormigón armado y la reposición de las losas en conductos infuncionales, por estar llenos de basura y otros desechos públicos.
Al explicar el alcance de los trabajos, Acevedo manifestó que en la cañada Caonabo sanearán 594 metros lineales, con una inversión de RD$10 millones.
En la cañada La Rampa encacharán aproximadamente 1,132 metros lineales, por un monto de RD$8.4 millones.
Asimismo, en la cañada Los Dulcero harán unos 490 metros, con un presupuesto de RD$5,6 millones.
Entretanto, en Las Tres Cruces trabajarán en 998 metros lineales, por un monto de RD$11,5 millones.
Expresó su satisfacción por los niveles técnicos de ingeniería utilizados en la preparación del proyecto.
«Nos sentimos con el compromiso de ejecutar este proyecto cumpliendo con los parámetros de diseño y manteniendo los niveles de calidad requeridos», dijo.
