República Dominicana tiene un gran desafío para su seguridad nacional ante la crisis multidimensional que afecta a Haití, planteó ayer en el Congreso de Estados Unidos la comisión designada por el presidente Luis Abinader para tratar los efectos de la crisis haitiana en el país.

Los comisionados, señala una comunicación, entienden que eso es debido a la desestabilización de la paz y el orden que han generado las bandas criminales que controlan gran parte esa nación.

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La comisión, integrada por representantes de partidos, Gobierno y académicos, sostuvo reuniones en la Cámara de Representantes de Estados Unidos con algunos de sus miembros, cuyos equipos apoyan la propuesta de Haití que ha solicitado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una fuerza internacional que asista a la policía nacional haitiana en esa lucha, a fin de lograr pacificar su territorio y le devuelva la paz a su pueblo.

Según el documento, en los encuentros fue planteada la disposición de asistencia en la construcción de un plan de desarrollo económico a mediano y largo plazo, con el apoyo de las instituciones multilaterales y hacer esfuerzos para avanzar hacia la institucionalidad y la creación de un clima político estable.

La delegación enfatizó el respeto a la soberanía e integridad territorial de las dos naciones y reafirmó que no existe, ni habrá nunca, una solución dominicana al problema haitiano.