Brasilia.- La comisión del Senado responsable del juicio político contra la presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, se negó hoy a considerar como prueba una delación que deja en duda la honestidad del mandatario interino, Michel Temer.
La solicitud fue presentada por el abogado de la presidenta, José Eduardo Cardozo, quien sostuvo que esa declaración, hecha por uno de los acusados de las corruptelas en Petrobras, sería “clave” para probar que Rousseff es “víctima de un golpe».
Cardozo pretendía incluir entre los documentos probatorios del proceso una acusación hecha por Sergio Machado, expresidente de la empresa Transpretro, quien en un acuerdo de cooperación judicial dijo que, en 2012, Temer personalmente le pidió ayuda a fin de obtener financiación ilegal para una campaña electoral.
Según el abogado de Rousseff, esa declaración refuerza la tesis del “golpe” y también la convicción de la defensa en el sentido de que el proceso contra la mandataria apunta a impedir que prosigan las investigaciones sobre la corrupción en la estatal Petrobras.
La inclusión de la delación de Machado entre los documentos del proceso contra Rousseff fue negada primero por el presidente de la comisión, Raimundo Lira, quien ante la insistencia de la defensa sometió el asunto a votación.
Por amplia mayoría, el pleno de la comisión coincidió con Lira, quien argumentó que la propia Corte Suprema ya había rechazado una iniciativa similar de la defensa de Rousseff en relación a la misma delación de Machado, aunque cuando aún no se sabía que salpicaba a Temer.
Durante la sesión de hoy, así como a lo largo de toda la semana, la comisión del Senado dedicará sus sesiones a escuchar testimonios de testigos presentadas por la defensa.La fase procesal concluirá a fines de julio, cuando el instructor de la comisión presentará un informe en el que deberá recomendar la destitución de la mandataria o que la causa sea archivada.
Ese informe será sometido entre los días 1 y 2 de agosto al pleno del Senado, que deberá decidir por una mayoría simple de 41 votos entre sus 81 miembros si la causa prosigue. Si así fuera, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, quien comparte la responsabilidad del juicio con el Senado, deberá convocar al pleno de la Cámara Alta para una última sesión, que sería a mediados de agosto.
En esa definitiva instancia, Rousseff será destituida si así lo decide una mayoría calificada de dos tercios de los senadores (54 votos). En ese caso, el presidente interino, Michel Temer, que sustituye a Rousseff desde el pasado 12 de mayo, deberá completar el mandato que vence el 1 de enero de 2019, pero si la mandataria es absuelta retomará el cargo una vez que se publique la sentencia.