Quito– La comisión de expresidentes que bajo auspicio de la Unasur busca promover el diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana instó este jueves a «no desesperarse» ante la falta de resultados de su iniciativa.
«Valdría la pena no desesperarse ante un mes donde si bien no tenemos resultados, hemos logrado avanzar en cuanto a la aceptación de cuáles son los temas» a abordar, aseguró el expresidente de Panamá, Martín Torrijos, en rueda de prensa en Quito.
Junto al exmandatario Leonel Fernández, de República Dominicana, y el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, Torrijos integra la comisión que busca establecer un diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición ante la crisis política y económica que vive el país sudamericano.
Luego de un mes de gestiones y una veintena de reuniones en Caracas y Santo Domingo, por separado con ambas partes, la iniciativa impulsada por Unasur no ha logrado superar la mutua desconfianza entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y las fuerzas opositoras que promueven un referendo revocatorio en su contra. «Insistimos en que en el menor tiempo posible podamos estar en la mesa.
Es en la mesa del diálogo donde se solucionan las diferencias», agregó Torrijos. Los expresidentes aseguraron que esta semana insistirán en la celebración de un nuevo encuentro entre ambas partes, aunque sin detallar fecha.
Torrijos y Fernández se refirieron también a una nueva sesión extraordinaria celebrada este jueves en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, que terminó sin adoptar una decisión sobre la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela.
«Con los resultados de hoy en la OEA (…), es evidente que la prioridad es el diálogo, y que si el diálogo es obstruido de alguna manera el escalamiento de la violencia se podría erigir en una alternativa», aseguró Fernández en la rueda de prensa, a la que no asistió el representante español. «Es Venezuela la que pierde entre más se demoren en tomar decisiones», agregó.
Las sesiones en la OEA y los esfuerzos de Unasur ocurren mientras miles de venezolanos hacen fila esta semana para validar sus firmas y sacar adelante un referendo revocatorio este año contra Maduro, en medio de un empeoramiento de la crisis económica del país petrolero.