ZURICH, Suiza (AFP).- Con la finalidad de hacer respetar el «espíritu deportivo» y ponerle freno a las «naturalizaciones mercantiles», la Federacion Internacional del Fútbol (FIFA) convocó para el 16 de marzo en Zúrich al Comité de urgencia para ocuparse seriamente de este asunto.

Este Comité, solicitado y dirigido por el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, adoptará una clásula que impone un mínimo de dos años de residencia continua en su nuevo país a cada candidato a lograr la «nacionalidad deportiva», indican fuentes de la FIFA.

Un procedimiento de urgencia que se reveló necesario tras las gestiones iniciadas por el entrenador de Qatar, el francés Philippe Troussier, que quiere «fabricar» un equipo compuesto por jugadores naturalizados, en particular con el brasileño Ailton (Werder Bremen, goleador de la Bundesliga), en vistas de las eliminatorias para el Mundial 2006 de Alemania, en las que Qatar debuta el 31 de marzo ante Jordania.

La decisión del Comité de urgencia, según esas mismas fuentes, sería adoptada por unanimidad, incluido el voto del presidente de la Confederación asiática, el qatarí Mohamed Bin Hamman.

El Comité de urgencia dimana del Comité ejecutivo y está habilitado para adoptar decisiones en periodos comprendidos entre las diferentes sesiones de este último.

El proyecto del francés Philippe Troussier, de realizar propuestas financieras a varios jugadores para que adopten la nacionalidad qatarí, confirma una «tendencia que existe desde hace cierto tiempo» y que «desnaturaliza el espíritu deportivo», considera la FIFA.

Esta, hasta ahora respetó el principio de «un pasaporte, un país», o sea, una nacionalidad deportiva que corresponde a una nacionalidad administrativa. Pero, con el correr de los años, tuvo que ir adaptándose a las nuevas situaciones políticas, tras el desmembramiento de la URSS y de Yugoslavia, por aejemplo.

De esta manera, cualquier jugador que hubiera jugado con los colores de la URSS, pudo posteriormente ser seleccionado por Ucrania, si éste era su país de origen.

Por otra parte, también hubo un acuerdo administrativo con el Reino Unido, dado que el pasaporte británico permitía acceder a varias nacionalidades diferentes (de algunos países de la Commonwealth).

Ahora, un británico que desea jugar por Escocia, tiene que haber nacido en ese país o tener padres biológicos escoceses, o, en su defecto, haber residido de manera contínua allí durante los últimos dos años.

La FIFA posteriormente modificó los estatutos para darle una nueva posibilidad a jugadores, especialmente de origen africano, que por haber alineado en una selección juvenil en países de adopción no podían jugar en la selección de mayores de su país de origen.

Estos ajustes de estatutos «siempre fueron realizados para adaptarse a las realidades históricas» y «conservar un cierto grado de ética en las relaciones del jugador con su equipo nacional», precisó la FIfA.

Por ejemplo, el caso del polaco de origen nigeriano Emmanuel Olisadebe no preocupó a las autoridades del fútbol, en la medida en que el jugador está casado con una polaca y vive en dicho país.

Lo mismo ocurre con el brasileño Santos (Sochaux) que acaba de ganar la Copa de Africa de Naciones (CAN) con Túnez, y que antes de optar por dicha nacionalidad pasó dos años en ese país, en donde nació su hijo y con el que mantiene sólidos lazos.

En cambio, considera la FIFA, «hoy nos vemos enfrentados a una nueva situación y no podemos aceptar los mercadeos de los comerciantes».