Cómo acompañar una buena tabla de quesos

Cómo acompañar una buena tabla de quesos

El término “tabla de quesos” parece indicar que la madera sea el material más adecuado para servirlos, si bien no es del todo cierto, ya que la madera absorbe fácilmente olores y sabores. Además, es de difícil limpieza y puede favorecer el enranciamiento de los quesos. Por tanto, lo ideal son superficies lisas y de fácil limpieza como el cristal, el mármol o la loza.

Conservación de los quesos

En el caso de que se tenga un tarro de quesos, conviene tenerlo tapado con una cúpula de cristal y un distintivo donde se aprecie el nombre, nacionalidad, clase, etc., de cada uno de ellos.

Otro aspecto importante es sacar el queso de la nevera con la suficiente antelación para que no esté insípido, es decir, debe estar a temperatura ambiente para disfrutarlo al máximo. El tiempo dependerá del tipo de queso.

No conviene congelar el queso, ya que cuando se descongela se rompe la pasta y no queda uniforme. Congelar o no congelar no es un tema relacionado con la salubridad del producto, sino con su presentación o pérdida de calidad.

Una buena tabla de quesos puede tener hasta 5 clases distintas: 
 Quesos frescos (de vaca o de oveja)
 Quesos blandos (Filadelfia, mozzarella)
 Quesos cremosos (brie, cammembert, mounster, etc.)
 Quesos de pasta prensada y cocida (enmental, gruyere, edam, etc.)
 Quesos azules (roquefort, stillton, gorgonzzola, etc.)

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