¿Cómo afecta a la salud este tipo de relación?

¿Cómo afecta a la salud este tipo de relación?

El dependiente se suele enojar consigo mismo.

Cuando el dependiente carece de habilidades sociales u ocupacionales piensa mucho; sobre todo, cosas negativas.

Tanto el dependiente como el dependido pueden generar síntomas como: alteración en el patrón de sueño y del apetito, desorganización intestinal, aumento imprevisto de los latidos del corazón, sudoración, pérdida de interés por las cosas, deseos de morir, dejar de disfrutar de las cosas como antes, entre otros.

Cuando el dependiente carece de habilidades sociales u ocupacionales, piensa mucho. Tiene tiempo de sobra para pensar. Borbotones de pensamientos espontáneos, automáticos, le surgen de una manera repetitiva; es dominado por autoverbalizaciones negativas, que se cree como lógicas, como: “Yo no sirvo para nada”, “Yo soy un estorbo”, “Soy un inútil”, “Me tratan así porque vivo en su casa”, “Está bueno que me pase por no tener casa”, “Soy un estúpido (a)”, “Soy un fracasado (a)”, “Me humillan porque no tengo otra salida”, “Es mejor morir”, “No tengo salida”, etc., y lo peor (en personas mayores de edad y pensionadas) es pensar intrusivamente en la muerte como algo inminente, lo cual las aterroriza.

El dependiente se enoja consigo mismo. La mayoría de las veces esos enojos y frustraciones le inducen al pensamiento general de que quien fracasa o no tiene dinero o llega a viejo, “pierde su dignidad”, “no es nadie” y, además, que es un “estorbo y merece morir” o tiende a autocastigarse, o castiga a otro tratando de hacerlo sentir culpable de su circunstancia o trata de castigar a la persona que le cuida o a quien cree le hizo daño o le llevó al fracaso.

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