Cómo Alemania podría matar al euro y convertirse en   verduga

Cómo Alemania podría matar al euro y convertirse en   verduga

Gideon Rachman
“Dígame cómo esto termina”, fue la pregunta formulada por el General David Petraeus sobre la Guerra de Irak. Los líderes europeos están preguntando lo mismo mientras contemplan la crisis en la eurozona.

Habiendo fracasado en construir un sistema contra incendio en Grecia, los europeos están esperando que ellos puedan detener la crisis del euro en Irlanda. Pero, aunque un paquete de rescate irlandés sea logrado, los mercados de bonos están ya mirando con un interés poco saludable a Portugal. Después de Portugal, se asume que será España la próxima. Y, si una economía realmente grande como España necesitara llamar la brigada contra incendio financiero, el futuro completo del euro estaría en serio peligro.

La pregunta de “cómo esto termina”, es por lo tanto obvia y urgente, pero también complicadamente difícil de responder. Es como vigilar un juego de ajedrez tridimensional, en el cual los niveles financieros, económicos y políticos interactúan entre ellos.

Mi mayor creencia actualmente es que la moneda única verdaderamente se fragmentará de forma eventual, y que el verdugo del euro será Alemania, el país y la economía más poderosos dentro de la Unión Europea.

El titular sobre una de las historias más leídas en Financial Times la semana pasada fue “La ira en Alemania se desborda”, reportando acusaciones por parte de algunos europeos que el último giro en la crisis del euro había sido provocado por las inflexibles políticas alemanas.

Pero los mismos alemanes están llenos de razones para estar cruzados sobre la forma en que la moneda única se está desarrollando. Su país ha atravesado por una penosa década de restricciones de salarios y de recortes en los servicios gubernamentales. Muchos votantes están indignados de que sus impuestos en euros puedan ser usados para financiar retiros prematuros para los griegos, o el impuesto corporativo superbajo de Irlanda.

A los alemanes también se les prometió que el euro sería tan estable como el marco alemán, y que no hay una cláusula de rescate que le impida a los países más ricos de Europa de tener que salvar la indigencia. Ambas promesas parecen estar peligrosamente cerca de ser violadas. Eso, en cambio, está provocando creciente preocupación de que la corte constitucional de Alemania podría declarar ilegal la participación de su gobierno en los rescates europeos.

El temor del gobierno alemán de que su propia corte constitucional haya sido un conductor crucial de la crisis. Este año, los alemanes fueron acusados de actuar demasiado lento en organizar el rescate para Grecia. Pero la pereza oficial fue guiada por el temor de que una acelerada acción se consideraría contraria a los tratados europeos.

La crisis inmediata en Irlanda fue provocada hace alrededor de un mes atrás cuando Angela Merkel insinuó que, en futuras crisis del euro, los tenedores de bonos privados podrían cargar más pérdidas y que los cambios adicionales del tratado europeo eran necesitados. Esta observación fue también hecha bajo la presión de las cortes.

Las acciones de Alemania en cambio han creado presiones políticas y legales en rescatar las naciones. En Grecia, hemos visto disturbios mortales en Atenas y a un alto ministro del gobierno evocando la ocupación nazi de los años 40. En Irlanda, hay mucha lamentación sobre la amenaza a la soberanía nacional. En los últimos días, el propio gobierno se estuvo tambaleando.

Es posible que el aumento de los partidos nacionalistas y anticapitalistas, tales como el Sinn Féin de Irlanda, cause que los países receptores evalúen a la Unión Europea, y vean si la vida puede ser mejor fuera de la moneda única. Los países tales como Grecia y Portugal pueden ser mucho más competitivos si pudieran devaluar sus monedas. Pero renunciar al euro se puede sentir como una humillación nacional para los miembros de la periferia sur. Tampoco hay un mecanismo para renunciar al euro en una manera ordenada. Cualquier preparación obvia para hacer eso puede provocar una agitación en la banca. 

Así que, si el euro está por disolverse, el país que demande la separación es posible que sea una fuerte economía, con Alemania como el más probable litigante. Los alemanes no darían este paso de forma rápida o a la ligera. El compromiso para la integración europea ha sido un tema central de la política extranjera alemana por medio siglo.

Pero, en el caso de que los alemanes se convenzan de que era simplemente imposible lidiar con sus socios de la eurozona, y que por lo tanto el experimento general de la moneda única podría no funcionar, ellos pueden decidir renunciar. Hay dos formas que en que puedo imaginarme que esto pueda suceder.

La primera, sería una ola excesiva de crisis financieras a lo largo de la eurozona, afectando a los países más grandes, lo cual gradualmente mina la confianza del contribuyente alemán de que los “préstamos” que la U.E. está extendiendo a sus miembros más débiles nunca serán pagados. La segunda es, como parece probable, el caso de que los cambios al tratado que el gobierno alemán está demandando para satisfacer sus cortes fallen en ser ratificados por algunos de lo demás 26 miembros de la U.E. En ese punto, los alemanes pueden alzar sus manos y decir, en efecto, “bien, tratamos lo mejor que podemos, pero los otros europeos no quieren hacer lo que es necesario para salvarse ellos mismos”. Alemania puede sentirse entonces liberada de su obligación histórica de “construir Europa”.

Me doy cuenta de que, en la determinación de estos escenarios, yo estoy creando una suposición sobre otra suposición. Sólo conllevaría un punto de la cadena de argumentos para estar equivocados y los hechos podrían imputarse en otra dirección. Todo lo que indicaría es que los optimistas que fomentaron el euro, y que todavía argumentan que la divisa superaría sus problemas actuales, también hacen demasiadas suposiciones. Y la de ellos no parece estar funcionando muy bien.

Las claves

1.  Temor

El temor del gobierno alemán de que su propia corte constitucional haya sido un conductor crucial de la crisis.

2.  El euro

Si el euro está por disolverse, el país que demande la separación es posible que sea una fuerte economía, como la de  Alemania.

3.  Los alemanes

Los alemanes pueden alzar sus manos.

Alivio inicial en rescate irlandés demuestra ser efímero

dave shellock

La sensación de alivio con la cual los mercados inicialmente acogieron la solicitud de Irlanda por ayuda financiera internacional demuestra ser extremadamente efímero ya que los temores sobre los riesgos de contagio para otras naciones de la eurozona llegan a un primer plano.

La sensación de crisis en Dublín fue sopesada por la creciente división política y la incertidumbre.

Dos miembros independientes del parlamento advirtieron que ellos votarían en contra del presupuesto crucial justo cuando los partidos de oposición solicitan una elección general.

Los Servicios de Inversionistas de Moody’s adicionalmente minaron el sentimiento en los mercados cuando dijeron que podrían bajar la clasificación de crédito de Irlanda por más de lo que habían previamente anticipado.

El euro inicialmente ganó terreno y los bonos gubernamentales irlandeses se recuperaron después que Dublín el pasado domingo finalmente cedió a la presión y solicitó un rescate a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional.

Pero los analistas estuvieron escépticos de que el movimiento ofrecería más que un alivio temporal.

 “Una solución provisional quitará la presión inmediata del complejo riesgo periférico, pero no resolverá permanentemente los asuntos más fundamentales del más altamente apalancado sistema financiero occidental”, dijo Jim Reid, estratega en Deutsche Bank.

 “El rescate de Grecia en mayo y el establecimiento de la Facilidad de Estabilización Financiera Europea, es un buen ejemplo de que las fijaciones a corto plazo no son garantía de que no veremos episodios adicionales al riesgo periférico. Esto es probablemente una pregunta de cuándo ocurrirá el próximo problema, antes que si habrá alguno”.

En los mercados de divisas, el euro subió una corta distancia de $1.38 antes de terminar la sesión europea más baja en alrededor de $1.36. El  rendimiento de los bonos gubernamentales irlandeses a diez años, mientras tanto, cayó tan bajo como un 8.11% antes de interrumpirse el declive para quedarse sólo 4 puntos base más bajo en 8.31%.

Hubo una creciente sensación de que no pasaría mucho tiempo antes de que los mercados tornaran su atención hacia Portugal, que es ampliamente visto como el próximo objetivo potencial en la periferia de la eurozona.

Las permuta de riesgo crediticio a cinco años de Irlanda, una medición del costo de aseguración contra una quiebra soberana, aumentaron 25pb hasta 530pb, de acuerdo a Markit. Pero los CDS de Portugal bajaron 39 pb hasta 460 pb y los de España 24 pb hasta 285 pb.

 “Primero Grecia, y ahora es Irlanda la que va con el sombrero en la mano hacia la Unión Europea y el FMI, es sólo cuestión de tiempo antes de que otro de los estados europeos que están en la misma lucha solicite un rescate similar, contemplando adicionalmente la posibilidad de una quiebra soberana”, dijo Angus Campbell, jefe de ventas en Capital Spreads.

“La crisis de deuda europea se está poniendo seria y está inquietando los mercados de valores”.

Zoom

Incertidumbre

La incertidumbre sobre el rescate de Irlanda provocó un aumento de la deuda gubernamental principal. El rendimiento sobre la Tesorería de E.U. a diez años bajó por 4pb hasta 2.84% y el rendimiento de los bonos alemanes fue de 5pb más bajo hasta 2.66%

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

Publicaciones Relacionadas

Más leídas