Generalmente, cuando se habla de procesos afectivos, como el amor de pareja, se toman muy poco en consideración los aspectos racionales. De ahí la frase “el amor es ciego”. Conjuguemos ambos factores para poder amar con inteligencia. Veinte consejos prácticos, sobre el tema del amor de pareja 0frecidos por el profesor Guillermo Ruiz.

  Proporcione circunstancias cambiantes o novedosas. En una palabra: rompa la rutina.

  Asuma las desavenencias no como conflictos, sino como lecciones a aprender. Recuerde que entre ambos construyen algo.

  Póngase en el lugar de su pareja y así sentirá lo que a usted le gusta y lo que no le gusta. Esa es la base del respeto.

  Experimente como se siente cuando su pareja no está. Ello le proporcionará conocerse más a usted mismo.

  Cada vez que pueda, ríase. La alegría debe presidir su relación.

  Sea sincero y exprese lo que siente. La cercanía afectiva se apoya en la cercanía moral.

  Descubra lo que siente su pareja. Póngase en sintonía emocional.

  Preste atención a como entrega su afecto. La cuestión no está en cuánto, sino en cómo.

  Ofrezca siempre apoyo. La relación es un vínculo mutuo.

  No vacile en preguntar. Busque cómo se siente su pareja.

  Atienda a su pareja. Al igual que un jardín, riéguelo.

  Tome algo positivo de su pareja. Siempre va a aprender algo nuevo.

  Sienta como el amor nace cada día. Nada de estar recordando episodios pasados y menos comentarlos.

  Admita sus errores. Ni ocultar, ni reprimir: simplemente, asumir.

  Dispóngase a incluir cosas nuevas en su relación. Todo lo que no se desarrolla, se atrofia.

  Escuche sus intuiciones. Es posible que no pueda explicar el por qué, pero verá que es así.

  Desarrolle la creatividad. Sorprenda a su pareja.

  Mantenga la ilusión. Evite actos, palabras, frases y gestos groseros.

  Respete los espacios personales. Es bueno estar junto a la pareja, pero no pegado a ella.

  Tomen decisiones de común acuerdo. Jamás por imposición, y siempre por concertación.

Si sigue estas sugerencias puede estar seguro de que empezó a amar con inteligencia. Después de todo, el amor no quita conocimiento.