Cómo ayudar a los niños en la dentición

Cómo ayudar a los niños en la dentición

Por Anna Jiménez
Los dientes suelen erupcionar sin producir síntomas a nivel local, aunque no es raro observar algunas alteraciones que pueden ir desde un simple enrojecimiento e hinchazón de la encía hasta procesos inflamatorios como una gingivitis (inflamación de la encía), esta última es rara en nuestro medio pues suele presentarse en niños con problemas de malnutrición.

Es frecuente que el niño babee más de lo habitual, esté irritable y se lleve las cosas a la boca, pero estas tres circunstancias también se producen en muchas ocasiones en las que no hay erupción dentaria.

No está justificado atribuir a la erupción de los dientes ninguna alteración importante del estado general, como tampoco la aparición de fiebre o cambios del ritmo intestinal.

– ¿Qué hacer cuando el diente ha roto la encía pero queda parte de la mucosa oral (la «piel» que recubre la boca) recubriendo parcialmente la superficie del diente?

Suele ocurrir en los últimos molares de los cuadrantes inferiores. Se llama opérculo. Estos opérculos tienden a inflamarse por acumulo de placa bacteriana y por el traumatismo continuo de la masticación, pero lo normal es la resolución espontánea. Si la inflamación es persistente y se acompaña de dolor, acuda a su odontólogo.

Las caries superficiales no dan problemas pero, a veces, la infección perirradicular de un diente de leche, casi siempre como consecuencia de una caries profunda, puede llegar a afectar al folículo del diente sucesor. En estos casos se debe proceder a la extracción del diente infectado.

El tratamiento en estos casos es multidisciplinar con odontoestomatólogo, prostodoncista y ortodoncista, pues dependiendo de las características de cada paciente la solución a tomar es distinta. Se pueden cerrar los huecos con ortodoncia o bien poner implantes.

Los terceros molares (muelas del juicio) faltan en un 6% de nuestra población.

– ¿Por qué algunos niños nacen con dientes?

El niño puede nacer con algún diente o también salirle en las primeras semanas de vida. Se trata de un proceso poco común y de tendencia hereditaria. Por lo general son incisivos centrales inferiores, pueden mostrar cierta movilidad debido a la ausencia total de raíz. Esta movilidad provoca molestias en la succión e implica riesgos de aspiración del diente si éste se cae inadvertidamente. Otras veces pueden llegar a lesionar la base de la lengua y dificultar la lactancia materna.

– ¿Por qué se puede retrasar la salida de los dientes permanentes?

En los dientes permanentes son mucho más frecuentes las causas locales que retrasan o impiden la erupción de sólo uno o un número pequeño de dientes.

– ¿Por qué los dientes no son blancos?

Puede deberse a una alteración del esmalte. Muchos de estos defectos del esmalte se transmiten genéticamente, encontrando a más de un miembro de la misma familia con estas anomalías, cuando la cantidad del esmalte es menor podemos encontrarnos que los dientes son amarillos y tienen hoyos. Cuando el esmalte está poco mineralizado desaparece pronto. Cuando es muy blando tiene un color entre blanco opaco y amarillento.

Hay otras causas y situaciones donde el color de los dientes está alterado como en la parálisis cerebral, déficits nutricionales importantes, enfermedades relacionadas con el metabolismo del calcio y fósforo, algunas enfermedades infecciosas intraútero, como la rubéola o la sífilis, administración de medicamentos como las tetraciclinas, o ingesta excesiva de flúor. En todos estos casos hay más de una pieza afectada.

– ¿Cuándo revisar los dientes en los niños?

Durante los seis primeros años el pediatra hará el seguimiento de la salud bucodental del niño en sus revisiones periódicas y derivará al odontólogo cuando sea necesario.

Se considera anormal la falta de erupción de la primera pieza a los 15 meses y la erupción de dientes malformados. También está fuera de lo normal la falta de alguna pieza de leche a los 30 meses.

Entre los cuatro y los seis años se recomienda una revisión de control por el dentista a todos los niños. Posteriormente será el dentista el que decida la frecuencia de las revisiones, teniendo en cuenta cada caso.

Entre los seis y los catorce años suele recomendarse una visita anual, ya que es el periodo en el que los dientes tienen mayor riesgo de caries. Hay que vigilar las gingivitis, los flemones, la presencia de sarro, las maloclusiones y las alteraciones del esmalte.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas