Como cada año…….……..

Como cada año…….……..

Como lo señaló, a su llegada al país en 1520, el Obispo Geraldini, a partir del mes de mayo, se sienten cambios en el atmósfera, llegan brisas inusuales, a veces interrumpidas por grandes calmas y de repente vuelven, soplan vientos y lluvias en ráfagas,  transformando el cielo, en algo pesado,  oscuro, amenazante, la vida desaparece, se vacían las calles, se pueblan las casas, los callejones se silencian, la naturaleza desencadena sus fuerzas y se queda sola hasta que se canse.

Cuando liberó todas sus fuerzas, siguen minutos dramáticos donde la respiración queda suspendida,  el hombre sale a ver lo que pasó, lo que dejó la tormenta, lo que se removió, lo que se cayó,  lo que se inundó. Son más de cinco siglos, con la misma regularidad, como un reloj cada año, esas tempestades vuelven empapadas de aguas del Atlántico tras su recorrido en el océano.

Hasta final de noviembre, no podemos descuidarnos, son partes del calendario,  que se disfrazan con nombres de mujeres o de hombres, no importa, son de igual peligro.

Como si los gobernantes no leyeran las Crónicas de los viajeros, como si no supieran que esos fenómenos vuelven cada año  y que ninguna invocación a la Virgen, los puede detener, nunca consignaron una partida presupuestaria para prevenir y mitigar esas embestidas tan destructoras.

A pesar de los informes, a pesar de los inventarios realizados después el paso de Noel y Olga, en su discurso, lamentablemente, el Presidente,  no habló de asignar los fondos que requieren para su mitigación, los efectos de los fenómenos naturales. Estos ponen al desnudo, una cruel situación llamada vulnerabilidad y que no es más, que la propensión de determinadas poblaciones a sufrir más que otras, de los embestidas de los fenómenos naturales.

Sin embargo, aunque el Presidente,  mencionó, los cambios climáticos, no podemos dejar de resaltar, que si su nueva afición y preocupación por la cuestión ambiental, no está seguida de actos, en la ocasión, el otorgamiento de presupuesto responsable a la Secretaría de Medio ambiente, su nuevo interés será pura teoría. Es preciso entender que, defender el medio ambiente pasa entre otras cosas,  por la prevención y mitigación de desastres naturales, es decir por presupuestos que prevén y mitigan situaciones además de compensar los daños que causan cada año, esas tormentas que nos visitan y que no dejan de atormentarnos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas