Cómo Caín a Abel: crímenes entre familiares impactan la sociedad dominicana

Cómo Caín a Abel: crímenes entre familiares impactan la sociedad dominicana

Desde hace varios años la sociedad ha sido impactada por el aumento de casos de violencia en el seno de las familias dominicanas. Durante los primeros ocho meses del 2024, según un informe de Naciones Unidas, en el país se registraron más de 40 mil hechos que violentos que involucraba familiares.

Los filicidios, parricidios y feminicidios infantiles no estuvieron ausentes desde el pasado año a la fecha. A continuación, se presenta un resumen de los casos más relevantes:

En mayo de 2024, Miches, Edgar González mató a su padre, Rafael González, tras sorprenderlo agrediendo a su madre. El joven alegó defensa propia y el incidente ocurrió después de una fiesta de atabales.

Ese mismo año, pero en febrero, en Santiago, Guidlove Elvaris, una mujer haitiana, mató a su hijo de ocho meses en La Canela. La agresora está cumpliendo prisión preventiva en el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey-Mujeres.

Luego, en la misma fecha, Yoelvi Báez Estrella, de ocho años, fue asesinado por su madre, Elvia Estrella, quien lo atacó con un machete durante una discusión con su pareja.

En agosto, en Moca, una niña de nueve años sufrió graves heridas en su cráneo, presuntamente a manos de su madre, quien está prófuga.

En diciembre, Juana Cesaria Leyba, de 90 años, fue brutalmente agredida por su nieto, Holman David Leyba, de 43 años, en Monte Plata. La víctima falleció debido a las graves lesiones.

En febrero de 2025, Reinaldo Mendoza Fernández, de 44 años, fue arrestado en Bonao tras herir con un arma blanca a su hijo de siete años. El agresor presuntamente actuó motivado por la separación de su esposa. En el mismo mes, una mujer de 26 años fue acusada de causar quemaduras de segundo y tercer grado a su hijo de cuatro años.

Al respectos indican que debe abordarse los crímenes en las familias desde una perspectiva holística y estructural partiendo del concepto de «violencia estructural» siendo el Estado quien la encabeza.

Indicaron que lo fundamental es la educación y el Estado gestionado por partidos políticos que llegan al poder no están interesados en este indicador porque permite la difusión de música que incita la violencia, sobre todo en las capas sociales de menores oportunidades.

Consideraron que debería ser más común la instalación de escuelas de música en todo el país en virtud de que los músicos o quien cultiva el espíritu de esa forma no tiende a ser violento.

Más leídas