Tan solo faltan tres días para saber cuál será la persona que dirigirá los destinos del país. El día 16 de mayo se acerca, y junto a las expectativas, los ánimos se muestran ya caldeados. Ello es producto del apasionamiento que caracteriza a algunos dominicanos, que puede llegar a convertirlos en entes irracionales, dueños de la verdad absoluta y protagonistas de las discusiones más acaloradas sobre la política criolla.

Varios meses en constantes caravanas, mítines y reuniones políticas no es nada fácil. Las tensiones sociales conjugadas con las presiones económicas provocan en los ciudadanos un alto nivel de estrés.

Este estado en que se sumerge la generalidad de las personas durante una contienda electoral, se ha convertido en materia de análisis para los especialistas de la conducta, tomando como punto de partida los cambios de comportamiento que se experimentan, así como la depresión y deserción surgida cuando, tras finalizar el proceso, se dan cuenta que su entrega y pasión fue en vano y que no lograron alcanzar lo deseado.

Para el psicólogo Rafael Nadal, los lineamientos pautados por un líder político, ya sean positivos o negativos, influyen directamente en los seguidores, sobre todo si éstos poseen un alto nivel de apasionamiento.

De ahí la importancia de que los políticos emitan pronunciamientos coherentes, concienzudos y sobre todo que llame a la conciliación, con el interés de evitar la ocurrencia de hechos lamentables.

Este nuevo proceso electoral ha dejado como secuela cerca de ocho muertos y varios heridos y según los entendidos en la materia ésta es una de las campañas más agresivas desde el punto de vista verbal, en donde los dimes y diretes están a flor de piel.

Este comportamiento, a juicio de Nadal, influye significativamente en los simpatizantes ya que éstos asumen como suya la responsabilidad de responder los ataques e insultos de los contrarios así como entienden tener el compromiso de acatar los lineamientos trazados por su líder.

“El líder representa en el interior de aquellas personas que lo siguen lo que ellas no pueden ser, por eso cuando en una campaña surgen eslóganes agresivos el estado emocional de las personas, éste se altera”, dijo.

Este es un recurso, según Nadal, utilizado por los líderes con el propósito de influenciar en las masas y llevarlos a que hagan lo que ellos quieren.

Afirma que durante un proceso electoral las masas son más irracionales que racionales. Una persona irracional no posee control absoluto de sus emociones, tiende a magnificar las cosas, lo que se traduce en agresividad.

Las presiones a que se somete un elector apasionado producto de una contienda electoral puede provocar niveles de ansiedad que se reflejan en problemas orgánicos, como hipertensión arterial y problemas gastrointestinales.

Por lo general, el nivel de presión hace que las personas tengan pensamientos irracionales, lo que los vuelve irritables y agresivos.

De alta a la baja

De acuerdo a Nadal cuando el proceso electoral pasa, las personas que se involucran de forma más activa, entran en un estado de depresión debido a que el nivel de adrenalina baja.

Desde el punto de vista social las personas se vuelven incompetentes en el trabajo y asumen un comportamiento derrotista.

De igual forma sucede cuando las expectativas esperadas por la persona no son resueltas. En tal situación, la persona puede presentar alteración en su personalidad y alto signo de violencia social.

Ante tal situación, el especialista recomienda que siempre hay que tener un riesgo calculado, por lo que las personas deben tener diferentes opciones, que es lo que da la oportunidad de saber manejarse con flexibilidad.

Además, el elector debe elegir bien a la persona por quién va a votar, dejando atrás los intereses individualistas.

[b]Recomendaciones[/b]

El 16 de mayo, recomienda el experto, cada persona debe ir al centro de votación bien relajado, envuelto en un comportamiento adaptado y con el ánimo firme de no dejarse influenciar por los demás.

Antes de salir de casa debe procurar realizar algún ejercicio de relajación y desayunar de forma ligera. Tras realizar su deber cívico, lo más correcto es marcharse en forma tranquila a casa.

[b]De interés[/b]

Rafael Nadal es psicólogo clínico, sexólogo y consultor empresarial. Trabaja con pacientes depresivos, ansiosos y estresados. Su consultorio está ubicado en la avenida Bolívar, número 755, Torre de Especialidades Médicas, cuarta planta, suite 5G E.