¡Como cambia tu vida, MADRE!

¡Como cambia tu vida, MADRE!

En honor a este pasado mes de las madres, encuentro propicio comentar sobre esa realidad que todas vivimos al enfrentarnos a ese reto de ser Madre.

Desde niña escuchamos a nuestra madre decirnos “deja que tú seas madre, entenderás muchas cosas”. Mientras crecíamos escuchábamos tantas veces esa famosa frase: “ser madre te cambia la vida” queprovocaba muchas veces el cuestionarnos por qué repetían tanto lo mismo, y hasta llegábamos a catalogar todo eso como un cliché.

Pero cuando nos llega la hora, por primera vez entendemos que «sacrificio» no significa sufrimiento sino: «sacro» + «oficio», o sea, «trabajo sagrado». Comprendes la enorme importancia del lugar que ocupas en el mundo como madre, y el gran valor de tu trabajo, más aún cuando siempre se encargan de mantener tu vida en un constante remolino.

Un hijo es un ser humano que crece frente al espejo que lo trajo al mundo, ese que sonríe cuando ve ese pedazo de su alma reír, que evita llorar frente a sus ojos para no mostrarse débil, esa que  habla, siente, se expresa y que sobre todo se puede romper, es una madre.

Ahí es cuando comenzamos a ver que ciertamente la maternidad te cambiaba la vida. A tal punto que cambian hasta nuestros pasatiempos. Antes amaba ir de shopping, ahora, cuando lo hago, no escatimo en gastos para él pero para mí sí. En el pasado leía y leía sobre técnicas de maquillaje, lo último en la moda, los zapatos IN, para siempre estar exacta, no me permitía que el maquillaje  o la ropa no estuviera de acuerdo con la ocasión, era experta combinando colores, que si la sombra, el labial, el rubor. Todo tenía que quedar en perfecta armonía.Ahora soy una dura combinando ropa para bebés, que si es cómoda, que si la tela pica, que si los zapatos son cómodos, etc.

Aprendes a dominar el arte de la improvisación. Compones increíbles melodías, transformas tus dedos en marionetas, e inventas fantásticas y absurdas historias para mantener entretenido a tu bebé (sobre todo cuando está cansado, aburrido o enfermito).

Descubres el placer y el valor de los momentos de silencio, de una ducha caliente al final del día, una taza de café con una amiga, una película en casa con tu pareja, una noche de sueño profundo… y disfrutas a fondo cada uno de esos instantes.

Y no significa que nuestros gustos los tenemos que cambiar, podemos seguir disfrutando de lo que siempre nos ha gustado, cuando lo podemos hacer. Pero les confieso que amo ir a un salón de juegos y tirarme con mi hijo la cantidad de veces que él quiera, ir a un parque y correr con el sin parar, tirarme al piso a jugar y sobretodo mirarlo a los ojos y repetirle una y otra vez lo mucho que lo amo y el gran complemento que es en mi vida.

Hoy sé que ser madre te cambia la vida, y que no es un cliché, que sólo se comprende cuando tienes este privilegio que Dios nos dá.

Los cambios son tantos que es imposible enumerarlos, pero no son una sentencia sino un desafío, y como todo desafío, una oportunidad para aprender, crecer y hacernos mejores seres humanos. 

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